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ITALIA 20 - ESCOCIA 21

Un drop de Weir salva a Escocia y regala la cuchara a Italia

El 'Cardo' remontó con una gran segunda parte. Los italianos dieron un paso atrás con el 13-3 y lo acabaron pagando muy caro: serán últimos del VI Naciones.

Actualizado a
El escocés Johnnie Beattie placado por el italiano Tommaso Allan.
AFP

No por ser los peores equipos del VI Naciones iban a dejar de dar emoción. Italia y Escocia tenían un objetivo en mente, 'regalar' al otro la Cuchara de Madera. Tanta tensión sólo podía resolverse de la forma más emocionante, con un drop en el último segundo. A la desesperada. Así encontró el triunfo Escocia y también la justicia a una segunda parte más incisiva que una Italia que pareció conformarse con defender el 13-3, algo que acabó pagando.

Italia salió a hacer el partido que más le convenía. Se sabía superior en el pack de delantera y atacó una y otra vez sabedor de que los errores del Cardo le pondrían en clara ventaja para el pateo de Allan. Choques y mucha patada táctica buscando la espalda a los zagueros (McLean y Hogg), curiosamente de lo mejor de ambas escuadras. En la melé, De Marchi se comía a Low, lo cual facilitaba las cosas a los trasalpinos. Pero el Cardo lo intentaba, sabía que le iba la vida en este partido y mostraba al menos la voluntad que le faltó ante Irlanda e Inglaterra. Allan adelantó a los azzurri y poco después Laidlaw respondía con otro golpe de castigo. Italia encontraba puertas en la línea rival, siempre con delantera hasta toparse con Gray, y en Escocia sólo las aventuras de Hogg en ataque daban algo de esperanza. Las alas estaban desaparecidas. Nuevo golpe de Allan y jugada clave antes del descanso: arreón italiano y ensayo del apertura. 13-3, Escocia tenía el agua al cuello.

Los británicos arrancaron la segunda parte con una marcha más y en cinco minutos ya tenían un golpe para que Laidlaw les pusiera a tiro de ensayo (13-6). No era suficiente, durante varios minutos acorraló a Italia a base de riñón, sumando fases, y a la segunda intentona llegó el ensayo esquinado de Dunbar que Laidlaw no pudo trasformar. Había partido. Escocia se sentía más fuerte, acariciaba la remontada y siguió intentándolo. Italia tardó un cuarto de hora en deterner al Cardo. Pero una nueva oleada de heridos y orgullosos escoceses acabó por tumbar el Olímpico. Ensayo de Dunbar tras encontrar una puerta y Escocia consumaba la remontada.

Parecía hecho, pero Italia sacó su orgullo y encontró un ensayo de Furno a diez minutos del final. Si lo defendía la Cuchara sería de Escocia. Los del Cardo metieron a Italia en su 22 hasta el último minuto. Había que fiarlo todo a un momento de inspiración, a un drop salvador de esos que quedan en los anales de la historia, y Weir fue el encargado de escribir ese capítulo. Para regocijo escocés y castigo a una Italia que pareció conformarse con el 13-3. El Cardo sonríe, los azzurri lloran.