Ana Carrascosa pone fin a su carrera deportiva

Ana Carrascosa, judoca valenciana que hoy anunció oficialmente su retirada de la alta competición, aseguró que de su larga trayectoria se queda con el trabajo diario y con la medalla de oro que logró en el Europeo de Lisboa en 2008. En la sala de conferencias del Centro Cultural y Deportivo de La Petxina, Carrascosa agradeció emocionada el apoyo recibido estos años en los que participó en dos Juegos Olímpicos, y logró, entre otros méritos, dos medallas de bronce en Mundiales y cuatro de campeonato europeos.  La judoca alcanzó la clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, tras una temporada extraordinaria que la alzó al primer puesto del ránking mundial. En Pekín, una lesión le privó de optar a la medalla, pero logró un diploma olímpico (séptima). Sus segundos Juegos llegaron en Londres 2012.

Además, es doble medallista mundial (sendas preseas de bronce), cuatro veces medallista europea (un oro, dos platas y un bronce); posee 26 medallas internacionales en Grand Slam, Grand Prix y World Cups, y ha ganado en cuatro ocasiones el campeonato de España absoluto.

"Culminado este ciclo, el balance es enormemente positivo. He conseguido mucho más de lo que podía imaginar pero mi mayor orgullo en todo este tiempo es el trabajo diario, el esfuerzo, el compromiso, la constancia, la honestidad y el honor de representar a mi ciudad, a la Comunidad y a España", señaló.

Respecto a los logros concretos, Carrascosa dijo que se queda "con la medalla del campeonato de Europa en 2008" por el impulso que supuso en su trayectoria. "Estaba muy abajo en el ránking, me puse en contacto con mi entrenadora le dije que tenía el sueño de ir a unos Juegos, trabajé muy duro todo el año cada día pero llegó Lisboa quedé campeona de Europa, me convertí en la numero de uno en mi peso y eso siempre estará en mi corazón", señaló.

"Digo adiós a los que ha sido mi vida en la alta competición los últimos quince años con la tranquilidad, plenitud y satisfacción de haber dado el cien por ciento por este deporte y de haber alcanzado grandes metas", añadió. La judoca recordó como empezó a practicar judo con cinco años en el colegio Maristas y cómo este deporte "me robó el corazón". "En mis sueños infantiles me veía algún día en unos Juegos Olímpicos. Hoy puedo decir que me siento una deportista privilegiada, orgullosa llena y feliz", aseguró.

Entre todos los apoyos recibidos en este tiempo destacó especialmente el de su madre "por su esfuerzo e implicación, llevándome a entrenarme desde muy pequeña, sin ella nada hubiera sido posible y no hubiera sabido lo que realmente me hacía feliz en la vida". Y también el de Azucena Verde, su entrenadora los últimos años. "Es la persona que ha hecho que trabaje muy duro para conseguir mis sueños, que ha sabido sacar lo máximo y lo mejor de mí, que me ha enseñado a no ponerme limites, y que me ha ayudado a crecer dentro y fuera del tatami", le dijo.