Finlandia derrota a Rusia (3-1) y se enfrentará a Suecia en semis

“Comedme vivo, ahora, comedme vivo”. Esas fueron las crudas palabras a la Prensa de Zinetula Bilyaletdinov, el seleccionador ruso de hockey, tras el histórico varapalo contra Finlandia en cuartos (3-1) que deja al país anfitrión sin medalla en la competición estelar de Sochi.

Una hecatombe que por otro lado no era imposible de prever. En la fase de grupos, Rusia perdió contra EEUU, necesitó los penaltis contra Eslovaquia y en el playoff ante la débil Noruega llegó con un pírrico 2-0 al minuto final. Contra los fineses, fueron pura impotencia. Kovalchuk puso el 1-0, pero poco a poco el hockey guerrillero de Finlandia y su portero, Tuukka Rask (37 paradas, un 97,37% de acierto), acongojaron a la parroquia rusa. Los goles de Aaltonen, Selanne y Grandlund sellaron la debacle.

“Es una vergüenza y una catástrofe para Rusia”, decía un jubilado ruso a Associated Press a la salida del Bolshoy Ice Dome, que despidió a los suyos con una pitada. A Vladimir Putin, se le veía desolado en la grada. Un desastre para el que nadie estaba preparado. La carta de Vladislav Tretiak, el mejor portero ruso de todos los tiempos y ahora presidente del Comité Ruso de Hockey, a los jugadores antes de Sochi, fue elocuente: “Todo el país os está mirando”. Es el tercer fracaso ruso consecutivo: no ‘rascaron’ medalla tampoco en Turín 2006 ni Vancouver 2010...

Finlandia se encontrará en semifinales con Suecia, que echó del camino sin excesivos problemas a Eslovenia (5-0). Un resultado, de todas formas, engañoso. Los eslovenos no dejaron de ser inofensivos, como se esperaba, pero los escandinavos siguen sin carburar del todo. Hasta el inicio del tercer tiempo apenas campaba un 1-0 en el marcador (obra de Steen) aunque al final, en el tercero, llegó la avalancha: marcaron Sedin, Eriksson y Hagelin por partida doble. Contra Finlandia, visto lo visto, tendrá que hacer ajustes en ataque o ya puede despedirse de la gran final del domingo.

La otra semifinal enfrentará a dos vecinos: Canadá y EE UU, oro y plata en 2010. Los primeros pasaron las de Caín pese a bombardear el catenaccio de Letonia (2-1). Ante una defensa blindada como si fuese Fort Knox apostó por el tiroteo desde el inicio (¡15 veces en los primeros 15 minutos de juego!) pero siempre en posiciones incómodas y

con Kristers Gudlevskis de héroe en la portería. Porque los eslavos no fueron una bicoca. Máxime cuando sorprendieron a Canadá igualando el tanto inicial de Patrick Sharp con uno de Darzins. Otra vez más un zaguero, Shea Weber, puso el 2-1 y acabó con el sueño letón a siete minutos del final. Al menos Canadá evitará su mayor pesadilla (las defensas numantinas) contra EE UU, un equipo que querrá jugar el puck.

Los estadounidenses, por su parte, no pasaron apuros contra la República Checa (5-2). Antes de acabar el primer tiempo ya vencía 3-1 y de nada le sirvió a los checos el doblete de Hemsky. Ambas semifinales se disputarán este viernes.