Biatlón (10 km sprint)
Víctor Lobo dejó el triatlón de invierno para coger la carabina
Lobo, siete veces campeón de España, hará hoy su debut olímpico en sprint 10 km (15:30, Teledeporte). Fue a trabajar con rollerskis y pidió una excedencia de un mes para competir.
El biatlón es fondo y pulso. La fusión de la capacidad aeróbica necesaria para recorrer hasta 20 km con los esquís y el temple para, llegando a 180 pulsaciones, pararse en cuatro puntos para realizar cinco disparos a dianas situadas a 50 metros. En España, una modalidad monopolizada por escasos militares y guardias civiles. Pero en Sochi se ha colado entre ellos un tozudo triatleta aragonés: Víctor Lobo. Hoy hará su debut olímpico en sprint 10 km (15:30, Teledeporte). Eso sí, no será el primer español en competir. El honor será para Laura Orgué (11:00 en esquiatlón).
El aragónes, de 34 años, había sido siete veces campeón de España de triatlón de invierno (carrera a pie, ciclismo y esquí de fondo) y buscó nuevos horizontes en 2011. Sin haber disparado en su vida, sacó una licencia de tiro y tres años después está en Sochi.
Él se ha labrado su camino. Para entrenarse, se fabricó unos rollerskis (esquís con ruedas) para ir de su casa al parque tecnológico Walqa de Huesca (es ingeniero): 20 km. Dos veces por semana, tiro. De vez en cuando, una vuelta por el Pirineo para esquiar.
“Este año he ido a tres pruebas de la Copa del Mundo, para lo cual me tuve que pedir una excedencia de un mes. Con viajes low cost y pagándole los gastos a un amigo para que me hiciera de skiman. De las instituciones, nada”, cuenta.
Otro problema, surrealista: no se le permite entrenar en el único estadio de biatlón de España, el de Candanchú. “Cambió el director y los permisos que me dieron ya no valían... Pasé de discutir. Creo que no le dejan a nadie”. Para qué perder tiempo si Sochi estaba a tiro.