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ESPAÑA 33- MACEDONIA 22

España gana a Macedonia y se ve en semifinales con Francia

La Selección necesitaba la victoria para pasar y no depender de Dinamarca. Ahora, España luchará por la final frente a Francia el viernes (18:30 horas).

El pivote de la selección española de balonmano Gedeón Guardiola en acción durante el partido ante Macedonia.
El pivote de la selección española de balonmano Gedeón Guardiola en acción durante el partido ante Macedonia.EFE

Si lo importante era ganar para meterse en las semifinales, conseguido. Victoria ante Macedonia y ahora a esperar a Francia (viernes 18:30 horas), que llega de Aarhus como líder de su grupo. Pero otra cosa no ofreció este triunfo ante el equipo que lidera Lazarov, y que estuvo sentado todo el partido, que acabó con un 15-12. Buena noticia, porque con el pobre juego de la Selección era de esperar que cualquier cambio sería mejor para España. Y aunque no hubo que mejorar mucho, lo que pasó en la reanudación fue un paseo para el 33-22 final- Si la portería se había cuestionado en los partidos de Herning, esta vez Sierra estuvo acertado, y de hecho, con cuatro paradas antes del minuto quince en otros tantos uno contra uno, permitía que Macedonia no tomase ventaja. Porque la defensa de los Hispanos era un manojo de nervios con una alarmante carencia de reflejos, de piernas, de garra. Y eso se mantuvo la mayor parte de la primera parte, con suerte para los nuestros, porque Macedonia no era el equipo aguerrido, luchador y bravo de otros partidos. No se jugaba nada, y posiblemente esta falta de alicientes también hacía mella en sus hombres.

España se atascó por el centro, donde sólo Cañellas resolvía, con gol o con pase a Aguinagalde. Los laterales sin aportación, y los extremos sin intervenir en el juego, desaparecidos para sus compañeros. Por ejemplo, Valero Rivera se fue al banquillo tras 17 minutos sin ver el balón; no es culpa suya, porque los extremos viven del alimento que le da la primera línea. Víctor Tomás tuvo algo más de suerte: dos contragolpes, de gol, y otro tanto que se inventó él mismo.

De un 7-7 al 10-7 en tres minutos. Y ese pequeño colchón pudo aumentarse, pero en pleno dominio de los nuestros, con los macedonios sin referencias, se multiplicaron las pérdidas de balón (siete en la primera parte), con lo que se puede dar por aceptable el 15-12 tras una primera mitad sin brillo ni en ataque ni en defensa.

Lo que pasó en la segunda parte es que España impuso algo más de intensidad, y Macedonia se diluyó por completo en aquel compromiso sin interés para ese equipo, que lejos de luchar por mostrarse en el escaparate internacional, se escondía sin interés en la pelea. A los quince minutos de esta segunda mitad Cadenas respiró tranquilo, y empezó a resguardar los hombres importantes para el choque ante Francia, que eso sí que serán palabras mayores.