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ESPAÑA 28 - AUSTRIA 27

España sestea ante Austria y casi se lleva un susto al final

La Selección se recreó en jugadas bonitas, no apuntilló y los austriacos dispusieron de la última jugada para empatar. Debutó Julen Aguinagalde con ocho goles.

Gedeon Guardiola .
Gedeon Guardiola .Reuters

Volvió Julen Aguinagalde y se entrenó con Austria a la espera de emociones más fuertes. Por eso, aunque la España de la primera parte medio sesteaba más preocupada en buscar al vasco de Irún, la Selección se fue al descanso con un 14-12, de los que seis goles eran del pivote, más un penalti: sólo había fallado un lanzamiento (los árbitros no quisieron pitar penalti) y un pase al extremo porque a Valero se le olvidó el Catón y estaba circulando en vez de esperar un pase sin mirar del moskorro. Es lo que tiene Julen, que ha vuelto con tantas ganas que aunque sus compañeros sesteen, él no, que tiene mucho tiempo perdido y llega al Europeo descansado y sin muchos golpes que le minen la resistencia.

Como España jugó el segundo encuentro de la jornada, ya sabía que tenía que ganar por obligación, porque Islandia ya estaba en los cinco puntos; aunque Macedonia se quedaba sin opciones de llegar a las semifinales. Tanta información tampoco tenía transcendencia porque en el plantel de Cadenas todos, desde el primero al último, apostaba por ganar los dos últimos partidos de grupo como una opción posible. No se contemplaba otra cosa, y menos ante Austria, que sólo ha ganado cuatro veces a los nuestros, aunque esto se remonta a la oscuridad de tiempos muy pretéritos.

Salida en tromba, con el pivote de eje fundamental, y primera ventaja de tres goles, porque Julen salió, le pasaron el primer balón y…1-0 para España. La vida hubiese sido más sencilla si España hubiese puesto más intensidad, pero empezaron con los pases bonitos, con las jugadas de salón, y cuando hay un rival enfrente, la fantasía no se consiente. De ahí el 14-12 al descanso en un partido que en treinta minutos tenía que haber estado liquidado más que resuelto.

Pero es que en esa primera parte España apenas corrió: sólo tres goles de contraataque, uno de Guardiola, y dos de Valero Rivera. Eso fue todo. Igual que los austriacos, que también aprovecharon la velocidad de sus extremos. Hubo tanta relajación que Cadenas pidió un tiempo muerto y hasta pudieron ponerse los austriacos con ventaja de dos goles, aunque, antes del intermedio, ya estaba la situación controlada.

Así que la segunda media hora confirmó que los penaltis sí preocupan, y que Cañellas es el primero en el orden de tiradores, aunque hasta ahora era el cuarto. Eso sí, lo peor de no apuntillar el partido rápido es que a los rivales les da por pensar que tienen alguna opción ante lo campeones y reparten estera a mansalva. Porque la defensa austriaca rebasó el listón de agresividad habitual para mantener opciones en el marcador. Eso sí, empieza a preocupar nuestra portería.

Mirando el resultado da la impresión de que España estuvo acosada, de que sufrió con el corazón en un puño. Y no. Nunca hubo es sensación de que peligrase la victoria aunque Cadenas pidiese un tiempo que le salió tan mal que aún Austria tuvo la ocasión de empatar en los últimos diez segundos y en el minuto largo que duró el lanzamiento de falta con el tiempo a cero y 28-27.