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ESPAÑA 34-HUNGRÍA 27

La Selección arranca con buenas sensaciones el Europeo

La defensa española dejó decidido el choque en la primera parte (17-10), con una excelente aportación de todos los jugadores de Cadenas

Madrid
Jorge Maqueda, en un lance del partido.
Jorge Maqueda, en un lance del partido.JONATHAN NACKSTRANDAFP

Lo importante no sólo era ganar, sino empezar bien. Demostrar que hay equipo pese a las bajas, y que la defensa es tan efectiva que aunque no esté el lesionado Sterbik se puede confiar en los porteros, que en la primera parte entre Sierra y Gonzalo Pérez de Vargas (salió para detener un penalti, lo paró y se quedó) acabaron con un cincuenta por ciento de acierto: 10 paradas de 20 lanzamientos. Y claro, si España impone su defensa, con cuatro hombres tan importante en el 6-0 como son Maqueda, Guardiola, Morros y Cañellas, aunque ahora mismo no tenga un cañonero y tenga que elaborar mucho su ataque, vamos bien, porque además ese bloque siempre permite tantos de contragolpes (Víctor Tomás, Ugalde, Valero Rivera y Guardiola). De ahí el resultado final 34-27 que al descanso ya era de 17-10; es decir, en la segunda mitad se acabó con empate, pero es que para entonces apareció la violencia desmedida magiar, que dejó a Rocas con el hombro más o menos tocado.

La Selección arrancó bien, acelerada, más metida en el partido que una Hungría que en los primeros minutos estaba aturdida por el vendaval. Raúl Entrerríos dirigía, jugaba con los extremos, buscaba la intensidad en un juego que como decía Manolo Cadenas en un tiempo muerto “tenemos que dominar; así es como jugamos en España”.

Con el 9-3 llegó la exclusión de Maqueda, la reacción de Hungría (parcial de 1-5) y unos minutos de duda en el juego español, aunque Cadenas gestionó los tiempos, y mandó a Juan Andreu al pivote ofensivo para que Guardiola y Morros hiciesen el doble cambio. Y en la primera línea, recuperó en ataque a Cañellas con Sarmiento, y del 10-8 en el minuto veinte, al 17-10 al treinta del descanso con los hombres de Lajos Mocsai superados en ataque, e intimidados en defensa para dejarse nueve balones perdidos.

En la segunda mitad España y Hungría intercambiaron goles. La Selección bajó la dinámica ofensiva, perdió algunos balones que en la primera, pero se mantuvo en su sitio pese a los intentos húngaros de apostar por la agresividad.

Y un aspecto positivo del juego español fue la aportación del pivote Andreu, que aportó cuatro goles, sacó dos siete metros y forzó dos exclusiones. De momento no se notó la ausencia de Julen Aguinagalde. Y ahora, a pensar en Noruega, el rival del martes, y, si se gana, España ya estaría en la segunda fase del Europeo.