Mireia Belmonte fue reina en casa: tres podios en el Mundial

El 2013 comenzó para Mireia Belmonte (Badalona, 1990) con el desenlace del culebrón que le había acompañado desde después de los Juegos. Tras romper con el CN Sabadell, la doble medallista olímpica llegó a un acuerdo a tres bandas en enero: fichó por la UCAM de Murcia y seguía al lado de su técnico, Fred Vergnoux, en Sabadell, piscina que le alquilaba la RFEN y el CSD. Sus aguas volvían a la calma y los éxitos se siguieron sucediendo.

Después de un apoteósico Campeonato de España, Mireia afrontó el Mundial de Barcelona, su casa, con el reto de nadar siete pruebas y mejorar los registros de Londres (que le valieron el Premio AS Olímpico). Y los superó. De dos podios pasó a tres: plata en 200 mariposa y 400 estilos, y bronce en los 200 estilos. Pero la temporada no finalizó en la piscina del Sant Jordi.

Mireia aprovechó su estado de forma, sin resentirse de los meses del pasado otoño en los que no tenía piscina para entrenarse, y se apuntó a la Copa del Mundo de piscina corta. En la primera estación del circuito, Berlín, la catalana logró pulverizar el récord del mundo de los 800 libre: 7:59.34, convirtiéndose en la primera mujer que baja de ocho minutos en esa distancia. Un día después, hizo lo propio en los 400 (3:54.52). Ese fue el punto de partida de Mireia en la Copa del Mundo, que finalizó con 24 medallas y acabó en tercera posición del ránking. La nadadora ganó medallas, euros y reconocimiento en otro año mágico al que aún le quedan páginas...