Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Pasó por España

Carlsen fue jugador del Linex-Magic de Mérida

En 2004 el Gran Maestro Manuel Pérez Candelario recomendó el fichaje de Magnus Carlsen para reforzar al equipo en el Campeonato de España de Sanxenxo.

Madrid
A POR TODAS. Magnus Carlsen no ha cambiado: a sus 22 años mantiene el mismo espíritu de ganador que con 13 años, aunque ahora, además, resulta invencible.
AFP

El Club Linex-Magic de Mérida está de enhorabuena y demuestra que tiene buen ojo: desde el viernes puede presumir de que en sus filas ha jugado un campeón del mundo de ajedrez, porque en 2004 el Gran Maestro Manuel Pérez Candelario recomendó el fichaje de Magnus Carlsen para reforzar al equipo en el Campeonato de España de Sanxenxo. Y, aunque la entidad emeritense no venció (lo haría años después), mantuvo la categoría de Honor.

“Pérez Candelario nos lo aconsejó, pero ya se veía que era una chaval que iba para estrella. Un prodigio, un auténtico superdotado”, comenta Juan Antonio Montero, actual presidente del Magic, que, además, tampoco recuerda que resultara muy cara aquella contratación.
“Su padre, Henrik, que era arquitecto o ingeniero, ya se había retirado para dedicarse en cuerpo y alma a su hijo. Como tenía un patrocinador importante de una multinacional, lo que quería para su niño eran buenas partidas con los mejores rivales”, dice Montero. Y España, el campeonato de clubes, era el sitio perfecto por la proliferación de refuerzos extranjeros de alto nivel.

Aunque el costo real nunca se sabrá (el presupuesto que se manejaba en 2004 era de 15.000 euros), parece que sólo se pagó el viaje para dos personas, la estancia y unos mil euros de bolsillo para gastos personales. Ahora, la institución mantiene la misma filosofía de apostar por refuerzos de valor futuro, porque en este 2013, para los Campeonatos Nacionales, su fichaje fue un jugador ruso de quince años, Antipov, que vino prácticamente en las mismas condiciones que el noruego: vuelo de avión y estancia con su padre en Mérida. Y sin fijos ni premios, a pesar de que logró que el equipo quedara cuarto de España.

Tímido. Nueve años después de aquello, Montero recuerda a Carlsen como un chico “extremadamente tímido, pero con el objetivo claro de ser el mejor del mundo”. Aunque no mantiene el contacto con él, sí con el padre, con el que ayer se trataba de poner en comunicación para darle la enhorabuena. Y, como escriben en la página del Linex­-Magic, se sienten orgullosos de formar parte de la historia del flamante campeón.