Atletismo
Mohamed Marhoum: “No me siento un nacionalizado exprés”
Es la novedad de la Selección para los Europeos de cross de Belgrado. Entró por Ceuta cuando sólo tenía 11 años, y considera “un sueño y un orgullo” representar a España.
Mohamed Marhoum (Fnideq, 1987) sólo tenía 11 años cuando por primera vez cruzó junto a su hermano desde Marruecos a Ceuta. “Estaba jugando con Bilal en mi barrio y fuimos al Paso de Benzú para sacar bultos de mercancía”, cuenta. “Pero anocheció, tenía miedo, no podía aguantar lejos de la familia”. Y regresó a casa... hasta que meses después se puso a nadar en la frontera, pasó y se quedó. Ahora es la novedad en la lista de la Selección para los Europeos de cross en Belgrado (8 de diciembre), gracias a sus actuaciones en Soria y Atapuerca.
“Desde muy pequeño tuve que buscarme la vida”, cuenta Marhoum, que fue tutelado en Ceuta (“hice graduado escolar y un módulo de cocina”). Vivió en un piso de acogida donde “era como Maldini”. “Me sabía las plantillas de todos los equipos de fútbol de África. Luego jugando no era tan bueno”, bromea Marhoum, que en 2007 corrió la San Silvestre ceutí y llegó con los mejores. “Era mi primer contacto con el atletismo”. A partir de ahí, las cosas fueron muy rápido. “Dejé todo en Ceuta y arriesgué por el deporte”. Dos años después, Luis Miguel Landa lo llevó a la Blume, donde cambió “física y mentalmente”. “Antes era débil, enfermizo...”.
Español. Al mismo tiempo sus abogados pidieron la nacionalidad, que llegó en 2011, doce años después de entrar en Ceuta. “Lo mío no fue por vía rápida. No me considero un nacionalizado exprés. Me siento español, aunque estoy orgulloso de mis raíces y de ser árabe. Cuando hago amigos me da igual de donde sea sean. Valoro la personalidad”.
Mohamed ha encontrado en Madrid a Fernando Seoane Pampín, un dentista mecenas del atletismo, que es “un segundo padre”. “En 2011, me salía todo mal, me lesioné, no tenía confianza...”. Casi abandona, y ahí apareció el altruista médico que le “ayudó en lo económico y lo psicológico”. “Es la mejor persona que conozco”, dice Marhoum, que irá al Europeo “de tapado”. “Es mi primera internacionalidad y quiero hacerlo bien”. Animándole estarán el dentista en Madrid, su gente de Ceuta, la familia en Marruecos (“le mando dinero”) y su hermano Bilal, ahora atleta, el que le llamó emocionado cuando le vio batirse con kenianos y etíopes en Atapuerca.