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Chess-boxing

Un leonés de 30 años luchará por el Mundial de ajedrez-boxeo

Jonatan Rodríguez peleará el 28 de noviembre por el Mundial de chess-boxing. Su pasión por el boxeo y la de su hermano por el ajedrez le metieron en la práctica de este híbrido.

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Un leonés de 30 años luchará por el Mundial de ajedrez-boxeo

Empecé a boxear a los 17 años. Fui medalla de bronce en los campeonatos de España amateur en el 2008, y al año siguiente logré la plata. Soy boxeador de corazón”. Así explica Jonatan Rodríguez su pasión por el ring. Y añade de memoria (“en amateur no se contabiliza de manera oficial el número de combates”) su récord en la categoría: “He hecho unas 90 peleas, con 60 victorias, 15 combates nulos y otras tantas derrotas”.

Su experiencia en ajedrez le viene de familia: “Me enseñó a jugar mi hermano. Tiene talento y ha ganado varios campeonatos. Recuerdo que siempre me vencía y llegué a coger manía al tablero”.

Y de su pasión y la de su hermano surgió la oportunidad hace cinco años de enfundarse los guantes y mover ficha en el ajedrez-boxeo: “Vino un representante de la Federación Internacional a buscar gente en España. Organizamos una pelea contra un oponente asturiano y gané en el quinto asalto del combate por jaque mate”.

A Berlín. Aquella victoria le sirvió de pasaporte para Berlín. Al Centro de Alto Rendimiento y Tecnificación de chess-boxing, para medirse con los mejores del mundo, durante el pasado mes de octubre. “Ante profesionales hice dos victorias y un nulo. Y me sirvió para lograr el billete a los Mundiales de Moscú y aprender nuevas técnicas de este híbrido deporte”.

Una disciplina que combina dos deportes en apariencia totalmente opuestos, “aunque el boxeo tiene, en cuanto a estrategia, algo de ajedrez”, apostilla. Precisamente por el ajedrez comienzan los combates, programados a 11 asaltos, alternando fichas y guantes. “En total son seis rounds de ajedrez y cinco de boxeo, de tres minutos cada uno. Se gana por jaque mate o por K.O. Si no, gana el que más puntos tenga, y ahí mandan las puntuaciones del boxeo”, explica Jonatan. “Si el empate persiste, inusual porque casi siempre los combates terminan por jaque, tiene ventaja quien mueve las negras”. El color de las fichas de cada púgil viene dado por sorteo.

Al Mundial. Desde que lograra el pasaporte para el Mundial de los supermedios (75 kg), Jonatan trabaja en duras jornadas junto a su preparador Alfredo Arrojo, quien ha tenido a sus órdenes a varios campeones de España e Intercontinentales de boxeo: “Estamos todo el día ‘fundidos’ haciendo entrenamientos específicos de ajedrez y boxeo, mañanas y tardes”, comentan, para añadir que también hay tiempo “para ver vídeos de los rivales”.

Ya analizan al próximo oponente, la barrera que les separa del Mundial de los supermedios, Sven Rooch: “Alemán de 1,92. Boxea en línea y a la contra, con la guardia muy cerradita. Y en ajedrez es... muy alemán: frío y se defiende muy bien. En ambos deportes espera el fallo del rival para aprovechar su altura en boxeo (Jonatan mide 1,79) y su defensa en ajedrez. Esperamos poder meter un par de buenas manos para intentar abrir su defensa en el tablero”. Además del título de campeón, un contrato profesional en chess-boxing está en juego. Casi nada.