Borja Fernández
"Hacerme qatarí me abre la puerta para jugar en la élite"
Todavía tiene pasaporte español, pero el asturiano Borja Fernández (El Pontigón, 1981) es el nuevo pivote de la selección de Qatar, que entrena el español Valero Rivera.
¿Qué hace un asturiano en Qatar?
Lo que hago es seguir mi carrera profesional, que en España era difícil, y en el Al Quiyadah me han ofrecido tres temporadas de contrato.
Lo digo porque está en la selección, lo que significa que renunciará a la nacionalidad española.
No renuncio a nada. Lo que pasa es que en Qatar también me ofrecen la posibilidad de jugar partidos internacionales, grandes competiciones como los Mundiales, de estar en la élite, y les he dicho que sí. De papeles, ni idea; es cosa de la Federación.
¿Se arrepiente de haberse ido del baloncesto?
Ahora en el balonmano hay algunos inconvenientes, pero tomé la decisión acertada: cuando voy a entrenarme lo hago disfrutando; cuando lo hacía en el baloncesto, era para sufrir.
¿Y por qué de niño se decidió usted por el baloncesto?
Porque era alto, muy grande, y soy de un pueblo muy pequeño, que o juegas al fútbol o no juegas a nada. Salí en un periódico asturiano, y lo vio un directivo del Joventut que me llevó a Badalona cuando tenía trece años. Jugué en la ACB, y luego me fui del Joventut, que a lo mejor lo hice mal, porque a partir de ahí fue imposible volver a la Liga; los verdinegros pedían derechos de formación por mí, y no había manera de llegar a un acuerdo con otros clubes.
¿Y el balonmano?
Me lo propusieron estando en el CAI de Zaragoza, en la LEB; lo pensé, me decidí, y desde entonces nunca me he arrepentido.
¿Y cómo le va en Qatar?
Llevo dos meses, y de momento no he tenido tiempo de enterarme. Mucho entrenamiento, buenos compañeros, y pocos más.
Vive usted solo. Parece imposible ligar en Doha.
Ah, no, qué va. Supongo que será como en todos los sitios. Hay restricciones con el alcohol y cosas así, pero la vida es cómoda. Respecto a la situación de las mujeres, yo no he visto diferencias con las mujeres en Europa.
¿Ya tiene amistades españolas?
Conozco a un par de españoles que trabajan allí, y el último día nos visitó Raúl, un gran paisano, porque con todo lo que ha ganado y la importancia internacional que tiene como futbolista de una talla extraordinaria, es humilde, cordial y amistoso. Me impresionó.
Y lo dice de un madriduista, usted que es del Barcelona.
¿Yo? Ni del Madrid ni del Barcelona. Soy del Sporting, que ya es.
¿Será usted el qatarí más alto del país?
Pues ahora que lo hice, cuando me arreglen los papeles, supongo que sí. Para ser sincero, casi siempre he sido el más alto allá donde he jugador, aunque de un país, no.