Plante y peticiones de dimisión contra el presidente Hidalgo

La última cita de la Liga Nacional de Clubes, celebrada el sábado en El Toyo (Almería), derivó en una protesta de los triatletas contra la Federación Española (FETRI). Todos los clubes, menos Diablillos y Ecosport, se plantaron antes de comenzar para leer un comunicado en el que exigían “un plan coherente para los deportistas de élite”, reclamaban los premios que la empresa de organización de pruebas BDream (asociada a la FETRI) adeuda a los deportistas, “cambios en la política recaudatoria” o “el desarrollo de una escuela de entrenadores” entre otros puntos. 

El subcampeón de España Antón Ruanova, muy crítico con el presidente José Hidalgo, dirigió la protesta con este presente mientras se sucedían los gritos pidiendo su dimisión. La FETRI descalificó a todos por no acudir a tiempo a la cámara de llamadas, pero luego los readmitió resultando ganadores el Arcade Inforhouse de Santiago de Ruanova en hombres y el Diablillos en categoría femenina. 

Hidalgo, que es uno de los presidentes mejor considerados por el Consejo Superior de Deportes por su gestión y las iniciativas contra el dopaje, tiene sin embargo una gran contestación interna. Fue reelegido en enero y ya figuras como Javier Gómez Noya o Iván Raña pidieron entonces un cambio de rumbo a través del movimiento Iniciativa por el Futuro del Triatlón. La Plataforma Nacional por el Triatlón es también muy crítica en cuanto a la gestión y el poco peso que, a su juicio, tiene el colectivo de triatletas en las elecciones. 

Una de las decisiones más polémicas, y reprochadas, por diversos colectivos fue la decisión del presidente de prácticamente doblarse el sueldo hasta los 66.000 euros cuando fue reelegido. Media que él justifica en que por los ajustes presupuestarios obligados por la crisis y el recorte de subvenciones, la FETRI dispone de menos personal y ha debido asumir más competencias. 

El mal resultado del acuerdo con BDream, una empresa de organización de eventos que se asoció a la FETRI para promover un circuito, es uno de los grandes puntos de fricción. BDream ha cancelado ya seis pruebas y de los más de 500.000 euros en premios que prometía han llegado muy pocos. Y esa fue una de las bazas electorales que empleó Hidalgo.