BIDASOA 22-BARCELONA 34
El Barcelona se impone con comodidad al Bidasoa en Irún
El Barcelona cumplió y ganó con facilidad (22-34) en su visita a la cancha del colista Bidasoa en el partido adelantado de la jornada.
El Barcelona cumplió el guión y se impuso con facilidad (22-34) en su visita a la cancha del colista Bidasoa, en un partido en el que los blaugranas no forzaron y Pascual aprovechó para repartir minutos entre todos los convocados.
Hay que tener en cuenta que el equipo culé se había presentado en Irun sin Shoraindo, Victor Tomás y Juanín García, mientras que Karabatic, que sí disputó el encuentro, no estuvo mucho tiempo sobre la cancha de Artaleku.
Los aficionados irundarras, que llenaron el pabellón, pudieron disfrutar con el juego de los visitantes, que dejaron patente su calidad en numerosas acciones, pero también con el partido más que aceptable que realizó el Bidasoa.
El conjunto guipuzcoano aguantó los diez primeros minutos del choque (6-6), aprovechando sobre todo algunos desajustes defensivos en el centro de la culé, lo que permitió al pivote local Ugarte marcar tres tantos en ese arranque de partido.
La maquinaria blaugrana, liderada por Stranovsky y Rutenka en la primera mitad, comenzó a funcionar y el Barcelona se despegó en el marcador en apenas cinco minutos (7-11), gracias a las intervenciones de Saric.
El Bidasoa, que jugó con desparpajo en ataque, siguió haciendo su juego y ayudado por un par de paradas de Zubiria se puso a tres goles (10-13) en el minuto 22 con un tanto de Cavero, que levantó de sus asientos a los aficionados locales.
Fue la última vez que estuvieron cerca en el luminoso porque, en la recta final de la primera parte, el Barcelona combinó con facilidad en varios ataques con los extremos Ariño y Balaguer para irse al descanso con la máxima renta de la primera parte (12-19).
En los primeros minutos de la reanudación, la defensa blaugrana subió la intensidad y ante ese muro el Bidasoa chocó una y otra vez, propiciando varios contraataques culés que facilitaron un parcial de 2-7 para situarse 14-26 en el minuto 40.
Parecía el preludio de la inevitable goleada entre el equipo más potente de la categoría y la plantilla más bisoña, pero los entrenados por Fernando Bolea no se dejaron ir en los últimos minutos y mantuvieron esa diferencia hasta el final (22-34), con un inspirado Otegi que realizó varias intervenciones de mérito.
De hecho, aprovechando las continuas rotaciones de Pascual y que el Barcelona bajó el ritmo, los locales estuvieron cerca de acabar a 'sólo' diez goles, que por las sonrisas que se vieron en el banquillo bidasotarra era quizá el objetivo que se habían fijado pero en los últimos ataques no estuvieron acertados.