Peyton Manning regresó con los Broncos a su 'casa': Indiana

Los aficionados de los Colts dieron anoche a Peyton Manning una bienvenida digna de un hijo pródigo con cánticos en su honor, pancartas de agradecimiento a la victoria en la Super Bowl del 2007 y a los once años consecutivos en los que Indianápolis entró en los playoff, aparte de una inmensa ovación cuando el club en el que estuvo 14 temporadas ofreció un vídeo de agradecimiento a los viejos tiempos.

Pero en el deporte no se vive de recuerdos y los seguidores de Indianápolis le devolvieron los favores de colocar a la franquicia de Indiana en el mapa de la NFL durante la última década silbando a los Broncos y a su quarterback cada vez que tenía la pelota en su poder.

La noche en la que Manning regresó a Indianápolis fue la consagración definitiva de Andrew Luck, su sustituto, que con tres lanzamientos de touchdown y uno que él mismo anotó corriendo dio el triunfoa su equipo por 39-33.

Esta es la primera derrota de Denver (6-1) en lo que va de temporada y el primer traspiés de Manning, que en el cuarto periodo y con su equipo por detrás en el marcador 33-17 metió el miedo en el cuerpo a sus antiguos aficionados con una remontada que estuvo a punto de dar la vuelta al partido.

Pero enfrente del lanzador de los Broncos estuvo toda la noche Robert Mathis, uno de los mejores defensores de la Liga este año, que una y otra vez apresuró a Manning en sus pases, le golpeó en varias ocasiones y dominó por completo al ataque visitante. Luck acertó con 21 de sus 38 pases y logró 228 yardas, y el viejo maestro acabó con 29 pases buenos de 49 intentos y un total de 386 yardas.

El mayor agradecimiento de los aficionados de la que fue su casa durante más de una década fue la demostración de que todavía tienen el corazón partido. Porque muchos de ellos se compraron las camisetas, a 80 dólares la pieza, con el número 18 con los colores en la parte delantera de los Colts y en la espalda de los Broncos en honor a su jugador favorito de la NFL.

La derrota de los Broncos deja a Kansas City como el único equipo de la NFL que ha ganado todos los encuentros esta temporada. Los Chiefs llevan un palmarés de 7-0 después de derrotar en casa a los Tejanos de Houston por 17-16.

La defensa de Kansas fue fundamental, junto con la ayuda de los más ruidosos aficionados de la Liga, para que el equipo local se llevara la victoria. Los gritos de los seguidores que acuden al Arrowhead Stadium de Kansas son tan altos que esta campaña ya se han batido varios récords de decibelios en la NFL y hacen imposible que los atacantes rivales escuchen las órdenes y jugadas de su quarterback.

En medio de un ensordecedor griterío, el defensor Tamba Hali robó la pelota al quarterback novato visitante, Case Keenum, en la línea de las dos yardas a falta de 90 segundos para el final del partido y los Chiefs siguen siendo la gran sorpresa de esta temporada.

Los Jets de Nueva Jersey vencieron finalmente a los Patriots de Nueva Inglaterra después de cinco derrotas consecutivas por 30-27 en un duelo que terminó en la prórroga con una decisión arbitral que ha sido muy comentada en la NFL, que este año creó una nueva regla que penaliza algo que los jugadores de fútbol estadounidense aprenden desde que se ponen el casco y las hombreras desde que son niños: a falta de seis minutos para el final de la prórroga, Chris Jones, un novato de los Patriots, intentó bloquear un tiro de campo de los Jets de 56 yardas, que de entrar por los postes iba a dar la victoria a los locales, empujando a uno de sus propios compañeros.

La Liga ha decidido este año que esta jugada esta prohibida y sancionada con 15 yardas y el pateador Nick Folk, que había fallado el primer intento, tuvo un segunda oportunidad y anotó el golpe de campo decisivo desde 42 yardas.