BM ARAGÓN 25 - CSURGO 28
El Csurgo húngaro sentencia la eliminatoria en la segunda mitad
El Balonmano Aragón no pudo superar la desventaja de tres tantos que traía del partido de ida contra el Csurgo húngaro, con el que volvió a caer en Zaragoza.
Tras un primera parte igualada, un parcial de 0-4 tras el descanso dejó el marcador en 12-17, que fue un lastre para el conjunto maño, al que sus propios errores le condenaron porque tuvo opciones para haberse reenganchado al menos al partido, pero cuando se falla demasiado en ataque y defensa en los momentos clave es difícil que los propios jugadores crean que se puede ganar.
Un dato demoledor para los propietarios del terreno es que aún jugando seis minutos en superioridad en el total del encuentro por las exclusiones de su rival, solo lograron un ridículo rédito de un gol.
La circulación del conjunto local en ataque era lenta y eso permitía a los húngaros defender con solvencia, mientras que en defensa el BM Aragón controlaba relativamente bien a su oponente pero no era capaz de sacar contragolpes que permitieran marcar goles fáciles.
El marcador era siempre ajustado para uno u otro lado hasta que los magiares, explotando repetidamente el acierto en el lanzamiento del central Akos Lele y su conexión con el pivote internacional Szabolcs Szollosi pusieron al Csurgo con un preocupante 7-9 en el minuto 20.
El conjunto de Mariano Ortega supo reaccionar bien y con un parcial de 3-0 en los siguientes dos minutos recuperó la delantera (10-9).
El equipo aragonés no veía la forma de para al dúo Lele-Szollosi por el centro de la defensa y eso supuso acabar el primer periodo con un tanto abajo (12-13).
La tarjeta roja directa al pivote Asier Antonio en el primer minuto de la continuación en una jugada que, como mucho, merecía ser castigada con dos minutos, desconcertó de tal manera al equipo aragonés que poco después encajó el citado parcial de 0-4 en poco más de dos minutos dejando todo visto para sentencia.
Aún así, con la dirección de Sorli, sus goles y una reacción de casta el equipo zaragozano se colocó dos tantos abajo (20-22) mediada la segunda mitad.
Sin embargo, no fue capaz de recortar más distancias porque entre la precipitación, la falta de acierto y en algunos casos la mala fortuna, dio oxígeno a un rival que, por este motivo, en ningún momento vio peligrar la suerte del partido, y menos la de la eliminatoria.