AGENCIA ANTIDOPAJE
Quintanar: "Pido valentía a los que un día se equivocaron"
El nuevo director de la Agencia Antidopaje (AEPSAD) tomó posesión tendiendo la mano a los arrepentidos, una figura casi inédita en España y que quiere activar.
El Antidopaje español cerró ayer la etapa de Ana Muñoz y abrió la de Manuel Quintanar (Valencia, 1969). Juró su cargo en la nueva sede de la Agencia Española de Protección de la Salud y en el Deporte, y no el CSD como lo hicieron sus antecesores, simbolizando así la independencia que la Ley que entró en vigor en julio otorgó al ente, que asumió las competencias de prevención, represión e investigación.
Ante Muñoz, que fue su profesora en la Facultad de Derecho de la Universidad de Navarra, y Miguel Cardenal, compañero de clase, Quintanar juró el cargo y lanzó un guante: “Siempre tendré la puerta abierta y la mano tendida a los deportistas que un día se equivocaron. Les pido grandeza para reconocer los errores propios desde la sinceridad y la valentía. Tienen que entender que su papel es fundamental para cerrar de una manera definitiva el pasado y garantizar un futuro del deporte español creíble”.
No se esperaba menos de un penalista cuya tesis ante la Universidad de Bolonia se tituló La figura del arrepentimiento activo en el ordenamiento jurídico penal italiano y español. Pocos son los deportistas que han colaborado con la Agencia, y ese será uno de sus objetivos. Los ciclistas que testificaron ante la USADA desmontaron a Armstrong. En España, en el juicio de la Operación Puerto, pendiente de recursos contra la orden de destrucción de las bolsas de sangre, todos silbaron.
“Cuando presenté a Quintanar a los responsables de la AMA –refirió Miguel Cardenal- se preocuparon de saber si iba a haber una línea continuista. Y eso es un elogio. Así será y el nuevo director tendrá el reto de que los deportistas vean en la Agencia a su mejor aliado porque sólo así podrán competir en condiciones justas y se garantizarán una reputación fuera”.
“Los deportistas limpios tendrán en mí un trabajador incansable, que velará por la integridad de la competición”, dijo Quintanar, que se fijó el objetivo de conseguir “un deporte limpio, creíble y seguro”. Lo dijo delante de Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, que reapareció tras su accidente de moto y de la que ha sido su mano derecha, y de muchos representantes de la Policía y la Guardia Civil, algún general incluido. Quintanar trabajó también en Interior y es penalista. Eso le debería ayudar en la lucha contra el inmenso mercado de sustancias prohibidas y dañinas entre deportistas aficionados y para lidiar el tema insuficientemente resuelto del trasvase de pruebas desde procesos penales para expedientes sancionadores deportivos.