Los rivales de Madrid
Tokio: Las bazas son Carl Lewis y un deporte sin mancha de dopaje
Frente a nuestros Pau Gasol y Teresa Perales, que subirán al estrado del lado español, los japoneses presentarán a Yuki Ota y Mami Sato. No es lo mismo y no suena igual para nada.
El deporte de Japón no brilla tanto como el sol de su bandera. Y eso tendrá su consecuencia también en el Hilton de Puerto Madero. Mientras Nadal desde el US Open enviaba sus deseos de unos Juegos, su mejor raqueta, Kei Nishikori (11º del ránking), no daba señales de vida en la candidatura nipona. Tampoco Keisuke Honda, quizá su futbolista más mediático enrolado en el CSKA de Moscú y en la órbita del Milan. Ni el golfista Hideki Matsuyama, otro de los que concita un gran seguimiento en Japón.
En la parcela VIP, sí convencieron a Carl Lewis para que en un viaje a Japón visitara las obras del estadio de Zaha Hadid, remodelación del que ya acogió los Juegos de 1964, y que King Carl, que fue héroe allí en el Mundial de 1991, aseguró que será "el más tecnológico de la historia".
Frente a Pau Gasol y Teresa Perales, que subirán al estrado del lado español, los japoneses presentarán a Yuki Ota, medalla de plata en Pekín y Londres, y Mami Sato, atleta de salto de longitud paralímpica. No suena igual para nada.
Pero al no poder competir en nombres, Japón optó por, ante escándalos de dopaje en España (la Operación Puerto siempre ha perseguido a la candidatura) y Turquía, mostrar su rostro limpio. En Buenos Aires, un grupo de 15 de sus deportistas presentó el jueves una 'Declaración de los Atletas' contra un deporte sin trampas. "Japón tiene un historial perfecto", valoró Yuki Ota, que destacó que en su código de honor "no hay orgullo en hacer trampas" y presumió de que el dopaje casi nunca ha manchado su deporte.
Lo peor: Fukushima, aún muy presente
El mayor hándicap para Tokio puede ser la falta de seguridad nuclear tras el desastre de Fukushima en 2011. Sin embargo, el COI no parece preocupado: "La monitorización de los niveles de radiación es constante y están en los límites reconocidos internacionalmente". También hay riesgo de terremotos y tornados.
Lo mejor: Una economía muy estable
Los japoneses tienen como punto fuerte su estabilidad económica. El fondo de reserva de Tokio es de 4.500 millones de dólares, que se emplearían en caso de que ganasen. Habría un importante plan de remodelación y construcción, pero el COI confía y dijo en su informe tres veces que Tokio era "excelente".