"El Gobierno japonés trató con transparencia lo de Fukushima"

Hemos mejorado respecto al proyecto de 2016 y la gente en Japón está esperando con gran ilusión en este momento la segunda elección de Tokio para los Juegos. Tokio es deportiva, es capital mundial y 56 años después es un buen momento para que repita como lo han hecho otras grandes capitales como Londres. Hay un apoyo masivo. En 2016 el apoyo era menor, pero ahora mismo alcanza el 90 por ciento y eso se nota en el ambiente. Creo que tenemos un respaldo popular espectacular y un proyecto muy compacto y con un gran soporte económico. La gente está muy expectante y no teníamos tal vez esa esperanza la anterior ocasión. Sabemos cuál es la visión fuera sobre Fukushima. No es un pequeño problema el de Fukushima, pero Tokio es un sitio seguro y así se les ha hecho saber a los miembros del COI.

En 2020, la situación no va a ser la misma, seguro, pero a día de hoy ya es una ciudad con todas las garantías. El soporte del Gobierno en el asunto de Fukushima no es de presupuesto, lo que quieren es tratar el asunto desde la transparencia. Es un problema social, eso no se arregla con dinero sino con claridad. Creo que Madrid, o vemos Madrid, como una ciudad fascinante, que tiene encanto. Es su fuerza y no ocultamos que también tiene una buena oportunidad. Además de Siria, para Estambul podría ser un problema el doping y que todo esté aún por construir aunque también conocemos su singularidad. Por eso hay que respetar a todas las rivales. Nosotros vemos a Tokio como favorita porque su proyecto es compacto, tiene una gran inversión detrás y, una vez más, el apoyo de la gente. Respetamos mucho a Madrid, desde luego, por la tradición de España para organizar eventos y sus éxitos deportivos, con figuras de primer nivel.

Tanto Tsunekazu Takeda como el primer ministro, Shinzo Abe, han explicado en mi opinión muy bien las fortalezas de este proyecto. Desde luego, si yo tuviese que apostar lo haría por Japón, pero no sólo porque sea japonés sino porque hemos seguido con atención su desarrollo durante estos cuatro años desde la elección de Copenhague y ha mejorado. Tal vez, como Madrid. Pero nos sentimos favoritos.