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MUNDIALES DE MOSCÚ

Cáceres, cuarto, se queda sin el bronce por sólo un centímetro

El de Onil saltó 8,26, pero el mexicano Luis Rivera lo sacó del podio con 8,27. El ruso Aleksandr Menkov fue muy superior y ganó el oro con 8,56.

Eusebio Cáceres.
Alberto EstevezEFE

Segundo bautismo de fuego y amargura para un joven campeón que aún no ha cumplido 22 años: Eusebio Cáceres, que iba primero con 8.25 tras la segunda ronda, acabó su primera final mundialista a un centímetro del podio. En los Juegos de Londres, Cáceres no pasó a la final olímpica pese a tener la misma marca en la calificación que otros que sí lo hicieron. Lo que no te mata, te hace más fuerte. Pero 'el punto amargo' a que se refiere el mismo Cáceres, siempre quedará ahí: junto con la evidencia de la progresión.

Con un mejor salto de 8.26, el quinto, Cáceres fue cuarto a sólo tres centímetros de la medalla de plata que se colgó el inopinado holandés Gaisah. Más cruel aún resultó la separación con el bronce, que agarró el mexicano Luis Rivera en su quinto, penúltimo y, para Cáceres, fatídico intento: 8.27. Un centímetro menos de Rivera o un centímetro más de Cáceres hubieran dado el bronce al estupendo competidor de Onil, con segundo mejor intento válido que Rivera. Muy cerca venía el brasileño Da Silva, quinto en 8.24. Y por delante de todos, hecho el rey del mundo en el embravecido Luzhniki, volaba el héroe local, Aleksandr Menkov, con los dos mejores saltos del mundo en 2013: 8.56 y 8.52.

En el brinco de 8.52, Menkov rozó la perfección en la batidaa solo nueve milímetros del nulo. Técnico y con ballestas de acero, Menkov hereda a leyendas soviéticas como Igor Ter-Ovanessian, Robert Emmyan todos, curiosamente de ascendencia armenia. Menkov es siberiano: un fenómeno polivalente (2.15 en altura) y competitivo. Como lo es Eusebio Cáceres, que se detuvo a un solo centímetro de la gloria.

Eusebio Cáceres: "Queda un punto amargo"

"Sabía que había mucha gente que tenía fe en mí, pero al fin ha sido la final que dije: estábamos varios en unos pocos centímetros y Menkov, que ha estado increíble, por delante de todos, también como anuncié. Podía pasar de todo y yo lo he dado todo, pero siempre queda un punto amargo. Haber quedado a un solo centímetro de las medallas es algo que siempre te deja un poco bajo. Los que han ganado las medallas han sido superiores, con mejores saltos. Yo tenía buenas sensaciones, pero no conseguía acabar bien las caídas. En el último salto, la emoción ya se me escapó de control. El público se ha comportado de lujo. Hasta que no pase un día, supongo que no lo veré de otra manera, pero hay que quedarse con lo positivo: hay una evolución. En los Juegos de Londres me quedé a un centímetro de la final y ahora me he quedado a un centímetro de las medallas. No puede compararse este tipo de finales con la de un Europeo Sub-23: Soy muy joven y habrá más oportunidades. Cualquier error se paga caro: y yo soy humano".