Eusebio Cáceres pasa a la final de longitud como un cañón

Una carrera veloz e imperial por el pasillo de Luzhniki y una batida centelleante esculpieron el grandísimo salto que bastó a Eusebio Cáceres, el flamante campeón europeo Sub-23, para hacerse con la vitola de favorito cara a la final de longitud, mañana a las 17:30 horas. Ese salto, el primero en su serie eliminatoria dentro del Grupo B, llevó a Cáceres hasta 8,25 metros y le clasificó para la final a distancia sideral del resto. La marca exigida para entrar era 8,10. En los Juegos de 1980, en este mismo estadio, el barcelonés Toni Corgos finalizó séptimo: 8,09.

Dentro del mismo Grupo B, el sudafricano Godfrey Mokoena (8,16) y el ruso Aleksandr Menkov (8,11) siguieron al español. El grupo A lo dominó el alemán Reif, con 8,09, por delante del mexicano Rivera: 8,04. El héroe local Alex Menkov es el atleta que todo el mundo teme, aunque... “me ha impresionado Cáceres por su rapidez y determinación; me recuerda a mí”, dijo a AS el saltador exsoviético Robert Emmiyan (nacido en Armenia), que con 8,87 posee la cuarta marca de todos los tiempos. Emmiyan mide 1,78 de altura. Cáceres, 1,75...

A sus 35 años, el estadounidense Phillips, vigente campeón mundial, se metió en la final tras la repesca, con 7,95. Quedó eliminado el británico Rutherford, campeón olímpico en Londres. Rutherford se detuvo en 7,87. Pese a no dormir bien y hallarse con principio de catarro, Cáceres calculó, fijó y ejecutó el tercer mejor salto de toda su carrera, tras los 8,37 del oro en el Europeo Sub-23 de Tampere y los 8,27 de 2010, en el Europeo de Barcelona. Los 8,25 llegaron con viento nulo.