El Luzhniki tuvo los oros de Coe y Steve Ovett y el boicot USA

El 19 de julio de 1980 Leonid Brézhnev declaró inaugurados los Juegos Olímpicos de Moscú en el Estadio Lenin. Pasado mañana, en la misma instalación, convenientemente reformada, se pondrán en marcha los Campeonatos Mundiales de Atletismo. 33 años después. A continuación se remodelará de nuevo, para acoger la Copa del Mundo de fútbol en 2018.

Un estadio que ha perdido el nombre de Lenin, pero que mantiene allí su efigie. Tiene capacidad para 70.000 espectadores y espera acoger una grandísima competición, a pesar de las bajas de Tyson Gay, Asafa Powell y David Rudisha. En Moscú competirá por primera vez Usain Bolt, el hombre más rápido del mundo. Y se despedirá a Yelena Isinbayeva, la abanderada del atletismo ruso, que ha batido 28 récords mundiales en pértiga.

Ahora será el estadio de Bolt, Isinbayeva, Kirani James... antes lo fue de Sebastian Coe, de Steve Ovett, de Mirus Yifter... Y del boicot de Estados Unidos y de otras potencias occidentales. Coe y Ovett, dos de los mejores mediofondistas de la historia, enemigos irreconciliables, estaban en la Villa Olímpica separados por centenares de metros, de un extremo a otro. Steve ganó los 800 y Seb los 1.500. El etíope Mirus Yifter se impuso en 5.000 y 10.000 metros; el alemán oriental Gerg Wessing batió el récord mundial de altura (2,36) y su compatriota Waldemar Cierpinski consiguió su segundo título consecutivo en maratón, igualando a Abebe Bikila. 

Este estadio fue también el escenario de la primera medalla olímpica española en atletismo. Jordi Llopart entró segundo en los 50 kilómetros marcha, tras el alemán oriental Hartwig Gauder. Y a partir del sábado acogerá los Mundiales. España tiene posibilidades de medalla, sobre todo en salto de longitud (Eusebio Cáceres) y marcha (Miguel Ángel López). Será una gran competición.