Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

PIRAGÜISMO

El Sella, con Madrid 2020

El sábado (12:00), 864 palistas harán fuerza por la candidatura. El piragüismo ha dado muchas alegrías olímpicas. Hoy se hermanaron las aguas de Manzanares y Sella.

Walter Bouzán (9) y Álvaro Fernández Fiuza (008) en el momento de la salida de la edición anterior del Descenso del Sella.
EFE / Alberto Morante

Las aguas del río Sella están listas para acoger, como cada primer sábado del mes de agosto, la prueba deportiva estrella del verano asturiano. A las doce del mediodía se dará la salida a la edición número 77 del Descenso Internacional, que en esta edición se vuelca con la candidatura olímpica Madrid 2020. La asturiana Angela Pumariega, campeona de vela en Londres 2012, será la encargada de leer el pregón sobre el puente de Arriondas, y dar la salida a una edición en la que tomarán parte 864 palistas que compiten en un total de 622 embarcaciones, con participantes llegados desde 13 países. Los rituales previos a la prueba comenzaron ayer con el hermanamiento de las aguas del río asturiano y las del Manzanares, mientras el izado de banderas se realizó a media asta en recuerdo a las víctimas del accidente ferroviario de Galicia.

La batalla arrancará en el puente de Arriondas, con veinte kilómetros de río por delante hasta Ribadesella. Los actuales reyes del Sella y tricampeones, Walter Bouzán y Álvaro Fernández Fiuza, partirán desde el cepo número 12. Otra de las K2 siempre favoritas, con el once veces campeón Julio Martínez y el leonés José Julián Becerro, saldrá desde el puesto 23. Con cierta ventaja, en la séptima plaza, competirán el asturiano Milín Llamedo y el medallista mundial luso Leonel Ramalho. En cuanto a la representación extranjera destacan los daneses Peter Jensen y Jeppe Glesner, además de los sudafricanos Dominique Notten y Craig Flanagan. Una treintena de árbitros, con especial atención al siempre polémico porteo en La Boticaria y los novedosos chips que se les implantarán a palista y embarcación, son el resto de ingredientes para hacer posible el espectáculo que, desde la ribera del río, contemplarán los miles de “selleros” que llevan calentando motores desde hace días en el oriente asturiano.