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NATACIÓN | MUNDIALES DE BARCELONA

Mireia vuelve a bañarse en plata un año después de Londres

La badalonesa batió el récord de España (2:04.78) en el 200 mariposa y fue segunda, el mismo día que obtuvo su primera plata en los Juegos Olímpicos.

Actualizado a
Mireia, feliz.
PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP

Un año después de ganar la plata en el 200 mariposa en los Juegos de Londres, y otorgarle a la delegación española el primer metal tras cinco días de sequía, Mireia Belmonte se proclamó subcampeona del mundo de esta prueba. Y lo hizo a lo grande, en su casa, en un Sant Jordi que no se detuvo a la hora de animarla y de empujarla en cada brazada, y que una vez finalizó la prueba coreó su nombre.

Inconmensurable la española, que se aprovechó de una prueba huérfana de favoritos, muy abierta, y ya desde las eliminatorias comenzó a apuntar a lo más alto. Ya lo había anunciado Fred Vergnoux en AS. “Creo que Mireia puede hacer un gran 200 mariposa. Está capacitada”. Y así ocurrió, aunque únicamente le faltó un ápice más de fuerza para ser oro. Aun así, la española logró el récord de España, con una marca de 2:04.78.

La nadadora del UCAM salió fuerte, y pasó segunda por el primer 50, que colocó en cabeza a la campeona olímpica Jiao Liuyang, que iba por la calle 1. Tras el viraje, comenzó la exhibición. No le flaquearon nunca las fuerzas, siguió a un ritmo de constante récord de España. La badalonesa comenzó el pulso con la otra china, Liu Zige, la mujer que estableció en 2009 un estratosférico récord del mundo (2:01.81). Ambas llegaron empatadas a falta del último largo. La húngara Katinka Hosszu se coló en la fiesta y entre las tres se repartirían las medallas. Liu aguantó el ataque de Mireia y logró nadar 19 centésimas mejor que la española, que tuvo que conformarse con una plata, su segunda medalla en estos Mundiales tras el bronce en los 200 estilos.

Judit Ignacio, la joven española que también se metió en la final, acabó en octava posición al marcar 2:08.40, una buena posición para esperar mejores éxitos en el futuro.