Lamine Diack: "Estambul no puede postularse como sede"

Estambul 2020, la candidatura que durante un tiempo sedujo y se instaló como favorita en su condición de puente entre oriente y occidente y como nueva puerta que se abría al mundo olímpico, ha podido recibir un golpe de gracia. Lamine Diack, presidente de la IAAF y por tanto máxima autoridad del atletismo mundial, fue así de contundente para referirse a la laxitud con la que se ha enfrentado al asunto del dopaje en los últimos tiempos. "No pueden postularse como sede de los Juegos Olímpicos si no son capaces de controlar a sus atletas", dijo el senegalés a la web especializada Inside the Games.

"No son el Comité Olímpico Turco o la Federación de Atletismo del país los que deben resolver el problema, sino el mismo gobierno". El ataque de Diack no es gratuito. Más de treinta atletas turcos han dado positivo en controles antidopaje en el último año. Hay casos, además, relevantes. Asli Cakir Alptekin, campeona olímpica de los 1.500 metros, fue suspendida en mayo por irregularidades en su pasaporte biológico. Y más. La campeona europea de los 100 metros vallas, Nevin Yanit, dio positivo en un control. Ocho atletas también fueron investigados en los Europeos por equipos que se celebraron en Inglaterra el pasado mes de junio.

El atletismo es un banco de votos decisivo en la elección final. Una veintena de sufragios, aproximadamente el veinte por ciento del total de miembros del COI, están relacionados con el deporte rey en los Juegos.

Estambul ha prometido corregirse. El Comité Olímpico Turco anunció su voluntad de imponer una política de "tolerancia cero", pero ha permitido demasiadas desaplicaciones. Madrid lo sufrió en alguna ocasión y sabe qué significa eso. Y así lo contrapone ahora, con una nueva Ley Antidopaje y una frase de Alejandro Blanco que casi es eslogan: "Nuestra candidatura es de valores. La victoria y la derrota, si son limpias, son grandes". Estambul está en un problema.