NATACIÓN | MUNDIALES DE BARCELONA
Mireia Belmonte fue cuarta en una carrera legendaria
Katie Ledecky (EE UU) batió el récord del mundo de los 1.500 por seis segundos (15:36.53) y la dansea Lotte Friis estableció una nueva marca europea (15:38.88).
Mireia Belmonte fue cuarta en la final del 1.500, la carrera más espectacular que se recuerda de la prueba más larga de piscina. El pulso que mantuvieron la estadounidense Katie Ledecky y la danesa Lotte Friis fue encomiable, digna de ser recordada en los anales de este deporte. Ambas se despegaron del resto de participantes desde los primeros 50 metros e iniciaron la caza del oro por debajo siempre del récord del mundo de Kate Ziegler, logrado en 2007. Marcaron un 800 prácticamente de récord del mundo, levemente por encima de 8:17, y no se dirimió la ganadora hasta que la estadounidense, de solo 16 años, aumentó el ritmo en los últimos 100 metros (15.36.53). El anterior récord estaba fijado en 15:42.54, por lo que lo rebajo en seis segundos, una barbaridad.
No fue el único récord de la prueba. La danesa Lotte Friis también finalizó por debajo de la plusmarca mundial (15:38.88), que a partir de ahora pasa a ser el nuevo récord de Europa. La neozelandesa Lauren Boyle, bronce al despegar a Mireia al paso por el 800, también batió el récord de Oceania (15:44.71). Incluso Mireia Belmonte logró su mejor marca personal y el récord de España (15:58.83). La española nadó toda la prueba con una media de 32 segundos cada largo, mientras que las dos primeras iban a un 31 bajo y Boyle empezó a marcar 31 segundos en la mitad de la prueba.
Era la primera final mundial de Mireia en esta especialidad y le faltó experiencia, como ella misma reconoció, para aspirar a unas medallas que estuvieron muy caras.