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Álvarez del Manzano

"La idea de pedir los Juegos fue unir a una ciudad y a un país"

José María Álvarez del Manzano (Sevilla, 1937) fue alcalde de Madrid (1991 a 2003) y responsable de reiniciar la carrera olímpica junto a su ayudante, Ignacio del Río.

Álvarez del Manzano.
Carlos Martínez

'Olé Madrid' fue la portada de AS cuando Madrid ganó a Sevilla en las 'primarias' de 2003 por los Juegos. Cogió el abrigo y media verónica

Debo conservarlo. ¡Igual me lo llevo a Buenos Aires!

Madrid olímpica. ¿Dónde empezó todo?

Planteé la idea a Tierno Galván. En 1979 y 1980. Pero por entonces se presentaba Barcelona y Tierno no era muy partidario. Igual tampoco hubiéramos tenido las condiciones. Luego me impresionó cómo se hizo en Barcelona...

Pero aún no era alcalde.

Estaba en la oposición pero me volqué y visité Barcelona para ver cómo avanzaba el proyecto. Y ya cuando era alcalde, en el 91, quise estar y puse banderas en los autobuses. Defendí la candidatura en un discurso en la Plaza Mayor de Barcelona. Me acuerdo que dije: "Barcelona será la ventana por la que España se va a presentar al mundo". Allí estuvieron encantados con nosotros. Lamento mucho que, camino a 2016, Carod Rovira dijera que estaba rezando para que no nos dieran los Juegos. Nosotros siempre hemos ayudado y Barcelona sigue siendo un ejemplo de Juegos. Pero...

Decía.

Cuando me lanzo descaradamente a por los Juegos es nada más terminar Barcelona. Me reuní con mis compañeros, especialmente con Ignacio del Río, y les dije: vamos a preparar Madrid para que sea posible.

¿No era utópico? Barcelona acababa de ser organizador.

Para esto hay que pensar con muchos años de plazo. Si no, estás perdido. Puse en marcha la Fundación Madrid 2012 con José Luis Álvarez a la cabeza y José Luis Cazorla, otro gran deportista y abogado del Estado, de secretario. Trabajamos con un horizonte de 20 años y hubo un momento en el que éramos los mejor preparados.

También vio a Samaranch.

Y me dijo: 'sin duda, preparadlos'. Hablé con el presidente del COE, Alfredo Goyeneche, que era viejo compañero del colegio y luego, cuando fue presidente, con José María Echevarría. Convoqué a los empresarios para que construyeran hoteles, nos trajimos eventos internacionales como el Masters de Tenis. Se lo quitamos a Stuttgart. Recuerdo que tuvimos problemas para fijar las sedes de los deportes náuticos pero acabamos respaldados internacionalmente.

Pero Madrid perdió.

La presentación que hizo Coe fue buenísima. Pero era virtual. El bloque anglosajón se unió y votaron a Londres. No hubo nada que hacer. Se habló del griego que había equivocado el voto o de la pregunta de Alberto de Mónaco. Nada de nada. En 2016 volvimos a presentar el mejor proyecto. Y mejorado. Pero surgió la idea de transformar una ciudad emergente como Río... En el COI gusta esa idea. Así pasó con Barcelona, que se abrió al mar. Y con Río. Y puede que pase con Estambul. Aunque a mí quien realmente me da miedo es Tokio. Esa ciudad, como Madrid, no se transformaría. Somos una ciudad muy hecha, que también es bueno. Y con los mejores transportes. Pero al final se vota por bloques. A lo mejor el lobby judío quiere Estambul para congraciarse con ellos... O no. Hay factores que no manejamos.

¿Y esta vez cómo lo ve?

Nos dejamos atrás a Doha porque no se pueden organizar unos Juegos a 50 grados y a Roma, que se retiró. Me preocupa que si hay ciudades europeas que quieren presentarse para 2024, estas se unan y no voten a Madrid. Pero tenemos posibilidades, muchas. Y el proyecto es buenísimo, el mejor. Tiene unos transportes fantásticos y sólo necesitaríamos actualizar algunas instalaciones, la Peineta y la Villa. No nos hace falta mucho dinero. Estambul habla de 16.000 millones y nosotros de 1.500. La situación económica es mala, pero estamos hablando de 2020

¿Si Madrid es olímpica, se sentirá ganador?

Pues sí. Cuando fuimos a Singapur y faltaban siete años para 2012, un periodista me dijo que seguramente yo ya no sería alcalde. Le dije: los Juegos no los quiero para mí, sino para Madrid. Quería que hubiese una idea que uniese a la ciudad y que fuera representativa de España. Que se presentase como una capital de todos. Y esa fue la idea. Me dieron la Chapola de Oro, que es el premio a la ciudad con más instalaciones deportivas de Europa. Samaranch alucinó y me insistió. Él se volcó y hasta pidió como último favor que nos votasen. No le hicieron caso Pero si me pregunta qué le falta a Madrid, le digo que nada.

¿Le siguen pidiendo consejo como precursor de la idea?

No, a título personal.

Usted es presidente de IFEMA. Aquí van casi todos los deportes bajo techo.

¡Y el Centro de Prensa! Lo elegimos por cercanía a Barajas, a la Villa Olímpica y a La Peineta, que desde el inicio supimos que sería nuestro estadio.

A usted, que es tan taurino, ¿le gustan Las Ventas para jugar al baloncesto?

Eso es fantástico.

¿No cree que podría haber problemas con las salidas?

No. Igual lo que sí toca es poner asientos, aunque le quitaría gracia a la plaza. Pierde personalidad pero es más cómodo y racional. Lo que no se puede cambiar es la estructura.

¿Si no sale Madrid habría que insistir en la idea?

(se lo piensa). Yo lo que creo es que Madrid merece tener unos Juegos.

Dicen que todo se decide en la previa de la cita final. ¿Qué discurso daría en Buenos Aires?

Vi lo que hicieron en Singapur Blair y Chirac. Nosotros no lo hicimos. El hecho es que a Londres le sirvió. Y si tuviera que preparar un discurso, diría que Madrid es la mejor, la más racional, la más asentada, la más representativa y la más adecuada.

En la candidatura empiezan a temer que los asuntos turbios del país vayan a más... Se piden elecciones, dimisiones.

Sí. A la Marca España no le viene bien esto (por el asunto Bárcenas). Ni lo de los ERE en Andalucía... Los sinvergüenzas, donde tienen que estar. La ventaja que tenemos es la Monarquía, que está por encima de la riña política. No soy juancarlista, soy monárquico. Aunque también ha sido un año malo para la Corona

Cuando tiró con la idea de Madrid como ciudad olímpica repetía una frase en cualquier foro: "No estamos locos". Luego convenció a la gente. ¿Ve al país ahora tan ilusionado?

Había mucho escepticismo. Y luego fue una eclosión porque creíamos que era posible. Alberto (por Gallardón) tuvo la suerte de no tener que hacer luego esa campaña de concienciación. Ese espíritu se ha mantenido, pero la gente tiene dos problemas: la situación económica y la de los partidos políticos. Eso frena la ilusión.

¿El impulso en el empleo estaría garantizado?

Sin duda. Primero porque la Villa Olímpica habría que construirla y ahí irán miles de viviendas. Protegimos esa zona del boom inmobiliario porque era ideal y confiábamos en albergar los Juegos.

¿Qué supondría para usted?

Habría cumplido con mi obligación. Tendría la alegría de conseguir que Madrid fuese Villa Olímpica. La gente cree que puedo estar muy orgulloso de la Plaza de Oriente o de los túneles. Pero de lo que estoy orgulloso es del Samur. Si salvé una vida ya fue suficiente. Si nos dan los Juegos, la gente se olvidará de quién empezó esta carrera. Pero no que Madrid tuvo los mejores Juegos de la historia.

¿Qué mascota le gustaría?

Ufff. No sé. ¿Mascota? Cobi caló, sí. Queríamos emplear el oso y eso lo utilizó ya Moscú. A mí me hubiera gustado una mascota en la que se viera Madrid sin leerlo.

¿Sigue haciendo deporte?

Sí. Tenis y natación.

¿Ganaremos?

No lo sé, pero prometo que no nos vamos a desanimar.