NATACIÓN | MUNDIALES DE BARCELONA
Erika abre el Mundial con más participantes de toda la historia
A las 21:45 arranca la ceremonia inaugural de un Mundial de natación que bate récords de participación: 2.293 deportistas. Erika Villaecija se encargará de leer el juramento.
Cuando el sol se ponga en Barcelona (21:45, TVE), el Planeta Agua inundará la ciudad hasta el 4 de agosto: 16 días de emoción y sueños para los 2.293 deportistas que convertirán este Mundial en el más multitudinario de la historia. Por primera vez, además, serán seis los deportes del programa: natación en línea (1.141), saltos (231), aguas abiertas (173), waterpolo (416), sincronizada (308) y saltos de gran altura (21). "En 2003 ya fue extraordinario. Las instalaciones son una garantía y además se han remodelado", aseguró ayer Julio Maglione, presidente de la FINA.
Barcelona, que ha aprovechado las infraestructuras de los Juegos del 92, apenas ha realizado una inversión de 25 millones. "Además, hemos colaborado en los gastos de los derechos televisivos y del alojamiento de los participantes", explicó Cornel Marculescu, director ejecutivo del máximo organismo acuático. Con esta inversión, y a falta de realizar el estudio económico, la ciudad obtendrá un retorno de 125 millones, cinco veces más de lo invertido. "Incluso, creemos, que puede ser mayor", aventuró el alcalde, Xavier Trias.
La FINA espera el mismo impacto mediático que los dos últimos Mundiales, en Roma y Shanghai, con una audiencia de 3,5 billones. Las entradas, además, ya aseguran en algunos casos el 80% de ocupación, aunque "lo más difícil será llenar el Sant Jordi". "Esperaremos al last minute", dijo Maite Fandós, teniente alcalde.
Una década. La inauguración sí que ha resultado ser un éxito de público, pues sólo quedan 300 entradas a la venta que se deben agotar hoy. La gran protagonista de la noche será Erika Villaecija, quien a sus 29 años representa mejor que nadie la constancia en el agua, codeándose durante más de diez años con las mejores. "En 2003 fueron David Meca y Gemma Mengual y pensé que algún día podría ser yo. Estoy muy ilusionada y es un orgullo", dijo.
La nadadora del CN Sant Andreu reconoce que este año las jóvenes le han pedido "muchos consejos". "Más allá de las medallas, he notado que he dejado huella como persona, por mi forma de ser. Me han reclamado para la mayoría de actos y soy imagen del Mundial. He llegado a mucha gente y eso me llena". El componente sentimental se apodera de una nadadora que duda sobre su futuro: "Quiero disfrutar el Mundial y luego ya decidiré qué hago".
El juramento de Erika dará paso al espectáculo de fuego y agua, con alguna sorpresa que aún esconde la organización. "Hemos logrado que la natación esté en el Grupo A de los deportes olímpicos", dijo Maglione: "Hay que seguir".