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MIGUEL CARDENAL PASA REVISTA

Cardenal: "No pedimos los Juegos como rescate a España"

Tras el balance sobre nuestro fútbol, Miguel Cardenal analiza las opciones de Madrid para ser sede olímpica en su tercer intento: "Nuestra imagen en el exterior ha mejorado".

Miguel Cardenal.
Dani Sánchez

Marisol Casado, miembro de Madrid 2020 y del COI, dijo la semana pasada: "Vamos a ganar en primera ronda". El optimismo se dispara.

Cada uno dice lo que le parece pero hay que diferenciar dos cosas. A nosotros nos toca hacer el trabajo lo mejor posible. Lo que vaya a pasar es otra cosa. ¿De qué sirve hacer previsiones? En Buenos Aires hay un cuerpo electoral pequeño que es difícil de predecir.

Pero la candidatura española ha sido mejor valorada que Estambul y Tokio...

Seguramente haya más posibilidades que nunca. Se está acertando con las decisiones que se han tomado. Pero no tiene sentido pensar qué va a pasar. Nadie en Lausana dudaba de que los Juegos de la Juventud se los iban a dar a Medellín. Y ganó Buenos Aires.

¿Y eso?

Al presidente de Colombia le preguntaron: ¿garantiza la seguridad? Y contestó: estamos negociando con la guerrilla ahora mismo en vez de decir sí. Matices tan pequeños cambian el signo del voto.

Ustedes tenían que tener mucho cuidado con el dopaje.

Había una inquietud con el tema. Sobre todo cuando el COI visitó Madrid. Y no es sólo que la ley ya está aprobada, sino que la visión internacional de España en materia de dopaje ha cambiado. Ahora, personas con prestigio y sin compromiso de hablar bien de España creen que la percepción es otra. Muy buena. Era nuestra obligación. Recibimos noticias y cartas a diario de países que nos dicen que no iban a votar a España y que ahora sí.

¿En Lausana hubo preguntas al respecto o había menos inquietud?

Sólo hubo una. Fíjese si ha cambiado la cosa. Y, además, era de fuego amigo para que sacáramos pecho. Creen que la agencia española es una agencia nueva, que el trabajo que se está realizando es distinto. Mi reto es cambiar la percepción internacional y creo que lo he hecho. Lo que fue un problema que hizo que no consiguiéramos los Juegos en 2016, ahora es una fortaleza. Ese trabajo continúa y se debe seguir visualizando.

¿Afectaría mucho a la candidatura que saltara ahora un caso de dopaje en España?

No. A veces, cuando estás metido en esto, magníficas las cosas. Nadie piensa que Turquía se haya quedado fuera por sus casos de dopaje. Las percepciones generales son por una acumulación de hechos. Nosotros este año hemos tenido un cierre de laboratorios y nuestra imagen de la lucha contra el dopaje ha mejorado por la transparencia con la que comunicamos el incidente.

¿No les mosqueó?

No, porque lo hicimos en tiempo real y se ha valorado mucho. Ahora hemos demostrado que somos transparentes y no tenemos nada que esconder. La imagen que se tenía antes era que tapábamos a los dopados. Que nos gustaba ganar y que nos importaba un bledo que los deportistas estuvieran dopados. No es verdad, pero no lo conseguíamos trasladar y en estos momentos sí. Hemos ganado fiabilidad y ya nos consideran uno más. 

El otro gran problema para convencer al COI era y es la situación económica del país.

En lo relativo a la capacidad para organizar los Juegos. Era una estupidez que negáramos que internacionalmente se lo preguntaran. Vino la Comisión de Evaluación y tenía esa inquietud. Fue algo patente e innegable. Y esas dudas se desvanecieron por completo.

¿Cómo fue posible

Estuvo presente el ministro de Industria, el presidente del Gobierno, el secretario de Estado de Economía y las respuestas que les dieron solucionaron esa inquietud. Quedó clarísimo e, incluso, por escrito. Se les entregó esa respuesta en papel para que lo tuvieran. Fijaba el presupuesto, y lo garantizan el Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma y el Estado. Y si hay algún problema, respondemos. Y lo que en otras ocasiones había sido un problema, ya está garantizado. Ha funcionado, porque lo hemos visto en el informe que han hecho. La situación económica de España es la que es, pero no será un problema para la celebración correcta y satisfactoria de los Juegos Olímpicos.

Usted nunca ve problemas.

Sí. Son evidentes. Y no los niego. Lo que les quiero decir es que estos eran los dos grandes retos que nos trasladaban como Gobierno y los hemos trabajado hasta conseguir un resultado satisfactorio.

¿Cómo se contagia el espíritu olímpico a esos españoles que no quieren estos Juegos?

El respaldo popular que tiene la candidatura de Madrid es muy elevado (81%); más que en las ocasiones anteriores y más elevado que el de los rivales. El apoyo es elevadísimo y hay que respetar que haya gente a la que no le guste el deporte o que haya Juegos. No creo que al COI le preocupe teniendo este grado de soporte. A España le gusta mucho el deporte y eso se manifiesta en el grado de apoyo que hay en nuestro país. Hasta es bueno que haya gente que no esté de acuerdo y lo puedan expresar porque se demuestra que estamos en una democracia.

Blanco y Samaranch dicen que los Juegos son el último clavo al que agarrarse para salir de esta crisis ("si no nos dan los Juegos las vamos a pasar canutas"). ¿Es ésta una buena estrategia?

En la visita del COI a Madrid el miembro de una agencia de comunicación internacional planteó que si estábamos pidiendo los Juegos como un rescate. Y no es así. Los juegos no se dan por eso ni los pedimos como un rescate a España. La intención no es mandar ese mensaje. Más bien es que para el movimiento olímpico, en el mundo actual, Madrid es la mejor propuesta. Esto no es un concurso o un examen. El COI nos ha dicho que las tres ciudades lo podemos hacer muy bien. Pero no te van a dar los Juegos porque de la villa olímpica al estadio se tarde dos minutos menos en Tokio que en Estambul. Hay muchos otros factores. Uno de ellos es qué ofrece al movimiento olímpico cada una de las candidaturas y qué le ofrece a cada una de las candidaturas el movimiento olímpico. Y donde se produzca el mejor punto de encuentro, es donde los electores van a apostar.

¿Dónde está el de Madrid?

Hay que apostar por poner en valor nuestras fortalezas. Si estas mismas tres candidaturas hubieran luchado por los Juegos hace siete años en Copenhague, el modo de razonamiento del COI hubiera sido distinto en un momento de optimismo. Nosotros tenemos ahora el valor de la seguridad.

¿En qué sentido?

En el de que sabemos organizar eventos deportivos importantes, como los Juegos del Mediterráneo o el Mundial de Atletismo. Y tantas otras competiciones más. También somos seguros porque las instalaciones están hechas con infraestructuras importantes. Ese mensaje ha calado. El dinero que se requiere no es tanto. Es innegable que la imagen que tienen en el exterior sobre nosotros es que disfrutamos con el deporte. Tanto, que 10 millones de personas al año visitan España para hacer deporte o asistir a acontecimientos deportivos. Puede ser el país del mundo en el que más ocurre esto. Estambul tiene más turistas que Madrid pero la gente no va a Estambul a hacer deporte. Vienen a España.

Aquí hay muchos deportistas pero también muchos parados. ¿Existe alguna estimación de cuántos puestos de trabajo se podrían generar?

Hay diversas valoraciones. A mí me gusta ir siempre a lo grande. Tenemos el ejemplo de Barcelona y lo que se ha generado allí desde el 92. El retorno ha sido extraordinario. Potenció muchísimo el turismo y la imagen de Cataluña y de España. Y a día de hoy se sigue demostrando. Un ejemplo: los ex Games quieren venir siempre a Barcelona. Y eso atrae mucha inversión. Lo bueno es que Madrid requiere una inversión muchísimo menor que aquella y el impulso para la economía será tan extraordinario. 

Ya. ¿Pero puede dar una cifra?

Hay estudios que son públicos de una auditora. A mí me parece más fácil decir que los Juegos son la mejor presentación y que si nos los dan tenemos un desafío mayor todavía: emplear a miles de personas porque el retorno será incalculable y dependerá de nosotros.

¿Cómo afectaría esto a la inyección y a las becas ADO?

El plan de preparación se inicia cuando te concedan los Juegos. Lo que está claro es que si tú organizas el baile, tú te lo tienes que pasar bien. Todos los países que han organizado los Juegos han hecho un especial esfuerzo para que sus equipos fueran competitivos. Es algo que al propio COI le preocupa. Si somos organizadores haremos el mismo esfuerzo que el país hizo en el 92. Tener un equipo competitivo en casa es importante para el aforo del público y el clima del país. Si no, la gente no se siente vinculada al evento. El COI también quiere que los deportistas sean fuertes y competitivos porque si hay Juegos irán acompañados de un programa especial de preparación.

Tokio presume de las empresas que se adhieren a su movimiento. ¿Hay ya empresas comprometidas con España?

Están en la candidatura. El COI tiene unas reglas muy estrictas para la admisión de sponsors. Mucho más con el país organizador. Por ejemplo, si somos elegidos, la ropa del anfitrión viene determinada por el COI, no puedes elegir la marca de ropa que quieras. Y hay plazos. No podemos incorporar empresas a ADO a partir de una fecha porque somos candidatos. Tenemos alguna apalabrada pero no se puede incorporar formalmente porque hay unos plazos para llevarlo a cabo. Nosotros hemos apostado por el mensaje que toca en 2013.

¿Cuál?

Queremos hacer unos Juegos maravillosos demostrando que para hacerlo no es necesario invertir cantidades estratosféricas. Eso ha calado y es compartido. El mensaje de Samaranch en este sentido fue alabado. Si Tokio presume de sus empresas, nosotros presumimos del apoyo del deporte en España y estamos convencidos de que el apoyo estará también en las empresas.

¿Cuál es la esencia de la candidatura española?

Somos el término medio, y ahí está la virtud. Si se habla de extender el olimpismo miren a Estambul. Primer país árabe con los Juegos. Turquía es joven y eso tiene un atractivo excepcional. Tokio está en el otro polo: ofrece una seguridad extrema. Seguridad y seducción. Nosotros podemos ofrecer tanta seguridad y tanta seducción por la pasión en el deporte. Es un país fabuloso, friendly para los visitantes. Y con patrimonio histórico, cultural y deportivo. Ofrecemos lo positivo de las dos candidaturas con un balance mucho más equilibrado.

¿Hay alguna sorpresa para el desembarco español que preparan en Buenos Aires?

La puesta en escena es importante, visualizarlo bien. La candidatura pone en valor que es una candidatura deportiva y que los políticos permanecemos al margen salvo la financiación. El presidente del Gobierno y el Príncipe estuvieron en Lausana y fue muy comentado. No estuvieron los presidentes de las otras candidaturas y eso exterioriza el compromiso de un país. Hay maneras y maneras de exteriorizar un deseo. El COI tiene algo. Lo que quieren saber es cuánto lo quieres y aprecias tú. El compromiso de las autoridades es máximo. La figura del Príncipe es clave. Él garantiza la estabilidad. Y Rajoy tiene complicado ir pero estará. 

¿Y los Reyes?

En principio, el presidente de honor es el Príncipe, pero si fuera conveniente se esforzarían.

¿Usted también hará lobby hasta el 7 de septiembre?

Hago lo que me pida la candidatura. Mi apoyo es total.

¿Se quedaría vacío si le dan los Juegos a Madrid y no estuviera entonces en el cargo?

No. Nunca fue una aspiración. En 2020 seguro que no seré Secretario de Estado. A veces lo sueño: estar en 2020 y llevar a mi hija. Hay que saber entrar y saber irse. Ojalá salga fenomenal. Disfrutaré mucho por la gente que esté.