Iñurrategi, Vallejo y Zabalza a por el técnico Paiju Peak

Fieles a su espíritu de innovación y lejos del frenesí mediático de los ochomiles, Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza se han propuesto un reto más romántico: abrir en el mes de julio una ruta completamente novedosa en el Paiju Peak, por la vertiente sur, entre espolones rocosos de más de mil metros y vertiginosas laderas de terreno mixto de roca y hielo. Este coloso de 6.610 metros, ubicado en el Karakórum junto al glaciar del Baltoro, presenta un desnivel por esta cara de nada menos que 3.000 metros desde el campo base.

La belleza de este ‘seismil’ ha sido destacada por cuantos alpinistas han visitado la región, pero su atractivo deportivo ha quedado ensombrecido por la presencia en sus inmediaciones de cuatro de las 14 montañas que superan los ocho mil metros: K2, Gasherbrum I y II, y Broad Peak. “Los escaladores de roca que han visitado esta región generalmente han acudido a las vecinas Torres de Trango en las que centras todos tus esfuerzos en la escalada en roca y apenas existen dificultades de nieve, hielo o mixto. La complejidad del Paiju hace que la logística de la escalada sea mas complicada”, valora Mikel Zabalza, al que se le iluminan los ojos al hablar del coloso que van a tratar de hollar: “Se sale de lo que hemos intentado los últimos años, es un objetivo diferente, a pesar de los seis mil y pico metros, desde hace muchos años nos ha atraído. Es una gran montaña, con una vertiente muy abrupta, inexplorada donde no hay días y 1200 metros de desnivel de escalada en roca, más zona mixta de nieve. Nos gusta estéticamente, siempre nos hemos fijado en esta montaña, es increíble. El hecho de que tenga estas paredes tan grandes inexploradas ha sido el principal motor de la expedición”.

Sólo existe constancia de una ascensión al Paiju Peak, realizada el 21 de julio de 1976 por el equipo formado por dos paquistaníes (Bashir Ahmed y Nazir Sabir) y un norteamericano (Allen Steck). Consiguieron la cima accediendo por su vertiente Norte. Iñurrategi, Vallejo y Zabalza han elegido su objetivo tras constatar que tiene todos los elementos para poder practicar escalada y alpinismo del más alto nivel: espolones rocosos vírgenes de más de 1.000 metros de desnivel combinados con vertiginosas laderas de terreno mixto (hielo y roca) antes de acceder a su cumbre. Los tres montañeros vascos prevén iniciar viaje a mediados de junio, y alcanzar el Campo Base de Paiju, a una altitud de 3.300 metros, hacia el 23 del mismo mes. Con un período de aclimatación estimado en alrededor de dos semanas. Para superar un desnivel superior a los 3.000 metros, calculan que deberán permanecer literalmente colgados de la pared durante más de 10 jornadas, estilo cápsula.

Iñurrategi, Vallejo y Zabalza han permanecido fieles en sus últimas expediciones, con un estilo lo más limpio posible. No utilizarán sherpas ni oxígeno artificial, pero recurrirán a unos 300 metros de cuerda adicional que servirá de enlace entre los diferentes campos que instalen en la pared, y por supuesto se verán obligados a vivaquear en la misma pared a medida que vayan ascendiendo, lo que implica igualmente acarrear un equipo más pesado. La expedición al Paiju Peak va a constituir el séptimo proyecto que aborde la cordada de Basque Team, formada por Iñurrategi, Vallejo y Zabalza. Desde el año 2009, estos tres escaladores de élite han abordado conjuntamente expediciones al Makalu, Hornbein, Broad Peak y Nuptse, además de la travesía Transantartika con trineos tirados por cometas.