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Champions League

El Hamburgo frena al Barça y se lleva el título en la prórroga

Los azulgrana desperdiciaron sus ventajas al caer en el ritmo lento de los alemanes, que liderados por Kraus levantan su primera Copa de Europa.

MadridActualizado a
Viran Morros controla la acción de Domagoj Duvnjak, pero esta vez el Hamburg encontró otra solución inesperada: Kraus.
EFE

Por increíble que parezca, el Barcelona se dejó la novena Copa de Europa por la primera del Hamburgo, que llegaba bastante fatigado a la final de la Champions League pero fue más inteligente que el campeón español para imponer un ritmo lento ante un Barça que necesitaba más celeridad para aprovechar su superioridad. Pues bien, el Hamburgo no notó ese cansancio y ganó en la prórroga (10 minutos extras) gracias a la aportación de dos jugadores que no estuvieron en la semifinal: el central Kraus (seis goles) y el extremo Peterssen (cuatro).  Y de esta manera el club azulgrana cierra la temporada cabizbajo, porque el equipo de balonmano era su última oportunidad de levantar un título europeo este año, y falla, algo que no pasaba desde 1995, en que siempre una equipo azulgrana por lo menos dominaba en Europa.

En esta final, además, el Barcelona no se encontró cómodo. Es más, su primer contragolpe llegó en la segunda parte, cuando marcó el 13-10 (Vìctor Tomás, el mejor de los de hombres de campo de los azulgrana). Sólo corrió cinco veces (cinco goles) el Barca, mientras que el Hamburgo sumó dos tantos de cuatro veces que salió a la carrera. Es un simple dato que sirve para entender muchas cosas de este choque en el que Vori se encargó de embarullar, de romper el ritmo, de darle parones al juego para se pelease de esa manera barriobajera en la que saca más partido el que está acostumbrado a ese ambiente.

El Barcelona sí controló a Duvnjak, que el sábado había sido el verdugo del Kiel, porque en la final el croata cumplió por la calidad que tiene, pero en ataque sólo estuvo discreto. Fue tan floja su aportación en ataque, que en la segunda parte Schwalb le mandó la lateral en ataque para que el internacional germano Kraus asumiese la responsabilidad creativa y goleadora, porque Lackovic (dos goles), Hens (ninguno) y Lijewski (tres) estuvieron controlados, pero no el teutón que salió fresco como una lechuga para destrozar a la defensa de 6-0 del Barcelona, que cuando intento montar un 5-1 ya era tarde, porque entonces andaba a la deriva.

Aunque mandó durante 42 minutos (15-16), el Barça nunca estuvo metido en el choque, y aunque en la primera mitad Saric estuvo de matrícula, en la segunda sólo paró un penalti, y tal vez Pasqui debió de tirar antes de Sterbik, que salió con el 19-20, y prácticamente metió al Barcelona en la prórroga con ocho paradas de 13 lanzamientos.

Con todo, el Barça pasó por el túnel negro con el 20-24 en el minuto 54, pero ahí se encontró con un paradón de Sterbik ante Jansen en contragolpe, y con la ventaja de una doble inferioridad alemana (Vori y Flohr) con lo que se llegó al minuto 60 con 25-25. Y eso daba qué pensar, porque el Barça había cerrado cinco minutos con 5-1, estaba creciendo, y parecía estar listo para degollar a un Hamburgo exhausto. Sin embargo, apareció Duvnjak con dos goles, y Bitter se multiplicó para sacarle dos goles cantados a un Barcelona ya totalmente despistado y a la deriva, para sucumbir por un 29-30, un castigo terrorífico para un equipo que iba a ponerle la guinda a una enorme temporada.