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Champions League

El Barcelona fue mejor que el Kielce y se mete en la final

Siempre mandó en el partido, y aunque la diferencia final quizá sea excesiva (28-23), nunca pasó excesivos apuros gracias a su bloque defensivo en 6-0.

MadridActualizado a
Viran Morros y Noddesbo cierran el paso al centra esloveno del Kielce Uros Zorman. La defensa azulgrana fue clave.
AFP

El Barcelona luchará el domingo por su novena Copa de Europa en la que será su tercera final de la Final Four: ganó una (al Ciudad Real) y perdió otra (Kiel), y el año anterior fue eliminado en los cuartos de final. Pero esta temporada el Barcelona ha elevado la seriedad defensiva y de ahí sus resultados, como el triunfo ante el Kielce polaco (28-23), aunque la diferencia final no hace justicia al trabajo del cuadro de Benta, que se expuso demasiado en las inferioridades, y en una de las que jugó con portero jugador recibió dos goles de tres intentos por parte del Barça, que lanzó desde su campo (Noddesbo y Víctor Tomás), y era la recta final del choque, cuando ya no había posibilidad de reaccionar.

Siempre mandó el Barcelona, pero siempre se encontró con la contestación del Kielce, aunque ayer estuvo huérfano de su estrella Jurecky, controlado por la defensa azulgrana, homogénea en el 6-0 durante todo el encuentro, y aunque Sterbik tardó en parar en la primera parte, cuando lo hizo se abrió la brecha final de esos tres goles de diferencia al descanso, con todos los jugadores barcelonistas con protagonismo ya en esa mitad, salvo Saric y Aguirrezabalaga que no intervinieron a lo largo del choque.

El Kielce apostó por evitar los cambios ataque/defensa, para meterle más rapidez y contraataque a su juego, pero en esa primera parte las pérdidas de balón y las paradas de Sterbik, dejaron al Kielce rezagado.

Sin embargo, el Barcelona tampoco encarriló el choque en el arranque de la segunda parte, porque le entró la ansiedad y jugó acelerado para perder siete balones en pocos minutos, y eso devino en cuatro goles al contragolpe de los polacos, que le metieron el partido en la mitad de la segunda parte, con igualdad en el marcador, aunque, por fortuna para los azulgrana, jamás pudieron ponerse por encima, y ese aspecto psicológico no negoció mejor el Barça, que le obligó al Kielce a un mayor esfuerzo, más arriesgado, lo que también implica más descontrol, que aprovecharon Gurbindo, Juanín García, Vìctor Tomás y Noddesbo, en la segunda mitad los mejores del Barcelona, con los polacos en mista para perseguir a Rutenka, el hombre que había generado más peligró en la primera línea del Barcelona.

El resumen del choque es que el Barcelona supo jugar la semifinal, mostrando un mayor dominio de la situación; el Kielce pagó la novatada, y aunque se esforzó como bloque, su ataque, en el juego organizado, siempre hizo aguas por impaciencia ante el bloque azulgrana, merecido finalista.