Copa del Rey
El Atlético de Madrid vuelve a levantar la Copa del Rey
Fue muy superior a un ansioso Naturhouse La Rioja (38-28), con Jurkiewicz, Aguinagalde y Cañellas como estiletes. Kallman, nuevo lesionado.
Tercera Copa del Rey consecutiva para el equipo de Talant Dujsebaev, segunda consecutiva con los colores del Atlético de Madrid. La última bala rojiblanca de la actual temporada para llevar un título al museo del Vicente Calderón, hizo diana, y superó con claridad al Naturhouse La Rioja (38-28) que peleó con pundonor pero que esta vez, quizá por exceso de ansiedad, no pudo dar la réplica al conjunto madrileño, muy superior a lo largo del encuentro y posiblemente, más necesitado del triunfo: para los colchoneros representar salvar la temporada; para los riojanos, el premio era estar en la final, y ahora luchar por la Champions con el Ademar en la Liga.
Ayer se demostró que este Atlético además de calidad tiene orgullo, y que siempre surge un tapado capaz de aportar más de lo que se espera de él. Que Julen Aguinagalde cojo sea capaz de aportar ocho goles (sin fallo), pues entra dentro de la normalidad; que Cañellas sume siete con tanto algunos imposibles, es casi habitual; pero que Jurkiewicz lleve a esos números y sin fallo, jugando en ataque y defensa, tiene mérito, porque el polaco está aprovechando su versatilidad tras la marcha de Markussen.
El Naturhouse intentó jugar sin responsabilidad, con rebeldía y sin complejos. Pero empezó a venirse abajo con la segunda exclusión de Petrus (8-7), que era su referencia en ataque y defensa, y sin él, el castillo que había pensado González se quedó un poco sin cimientos.
Posiblemente en ese punto se rompiese la igualdad, porque además casi todos los ataques rojiblancos acababan en gol, y los riojanos no tenían forma de restar porque tampoco tuvieron fortuna en muchas ocasiones con sus atacantes solos ante Hombrados, en la que fallaron de manera clamorosa quizá por precipitación.
Los últimos 20 minutos (26-19) prácticamente sobraron como partido. Eso sí, sirvió ese tiempo para que se lesionase Jonas Kallman, y para que actuasen todos los hombres rojiblancos, quizá para sentirse importantes de cara al choque de Liga del próximo sábado ante el Barcelona, en un encuentro insustancial pero con el orgullo en juego.
La diferencia llegó a ser de doce goles, pero en los últimos cinco minutos el Naturhouse, con Victor Hugo de lateral por un Paván demasiado responsabilizado, fue bajando las diferencias para dejar el marcador en esos 10 tantos de margen, el segundo más amplio en la historia de la Copa del Rey, y con un Atlético que iguala el récord de goles de una final copera, que lo tenía en solitario el Barcelona.