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BALONMANO

Cadenas: "El objetivo de todo entrenador es dirigir a su país"

Manolo Cadenas será nombrado el próximo 7 de mayo seleccionador español masculino, un cargo que compatibilizará con su nuevo puesto de técnico en el Wisla de Polonia.

Manolo Cadenas.
H. Garrido.

—¿Cree usted que se puede dirigir a un equipo de club y a una selección de primer orden mundial?
—Como diría Domingo Bárcenas, el patriarca del balonmano español, entrenadores entrenados. Y eso te lo da estar todo el día en la pista. Esa es la ventaja, pero tiene el inconveniente de pensar en dos cosas a la vez.
—Y, además, un seleccionador casi de oídas.
—No, que va. No es necesario estar en todas las canchas cada jornada. Con las nuevas tecnologías puedo ver todos los partidos sin moverme de casa. Por eso no hay problema.
—Dice Juan Carlos Pastor, que estuvo en su misma situación, que hay que ayudarle e informarle con los jugadores. ¿Lo harán?
—De eso no tengo duda. Los entrenadores somos solidarios por el bien del balonmano español, y, además, yo tengo buen trato personal con todos los técnicos de nuestra Liga, por ejemplo.
—¿Tiene usted bolas negras para hacer sus convocatorias?
—Aún no lo soy, porque no hemos firmado nada. Hay un acuerdo verbal, pero el presidente y yo nos tenemos que sentar y charlar, y definir qué queremos. No creo que haya problemas, pero en realidad hasta que no sea el seleccionador no haré listas de ningún tipo.
—Seré más directo. ¿Volverá Juanín García a la Selección? Con usted tuvo algún problemilla en León.
—Yo no tengo problemas con nadie. Si vuelve o no vuelve ya se verá. En este momento no tengo nada predefinido.
—¿Le hace ilusión ser el nuevo seleccionador?
—Por supuesto. Creo que es el objetivo de todo entrenador, dirigir a su país. Para mí es un honor que se fije en mí.
—¿Se lo merece?
—De la Selección que ganó en 2005 el Mundial yo había entrenado a 11 jugadores; de la de 2013, no tantos, pero a algunos sí. A Montoro nunca le entrené, pero le fiché para el Ademar, y con Ariño, en el Barcelona, le veía en las categorías inferiores.
—Le dejan el listón muy alto: los dos últimos seleccionadores han sido campeones del mundo.
—No tengo la culpa de que el listón no se pueda subir más, pero eso no me afecta. Yo intentaré que el balonmano español siga siendo competitivo.
—Usted tiene un Pabellón que lleva su nombre (Leganés). ¿Responsabiliza mucho ese tipo de reconocimientos?
—Si que da trabajo, los pagos y esas cosas... (risas). La verdad, lo que se siente es el reconocimiento y el cariño de la gente.