VOLEIBOL | SUPERLIGA FEMENINA
Murillo, 1.800 habitantes y aspirante a la Superliga
Tras dos años en la élite del voleibol juega la final con el vecino Haro. Recibe una subvención del Gobierno Riojano, que se une a varios patrocinios.
Un pueblo riojano de 1.800 habitantes, Murillo de Río Leza, aspira a ser la capital del voleibol. Su equipo, el Nuchar Tramek Murillo, juega desde mañana la final de la Superliga femenina, el que sería el primer título para un club que lleva apenas dos años en la élite. Pero no será fácil. Enfrente estará el campeón de todo este curso, el equipo que ha privado al Murillo de las dos últimas Copas de la Reina... En definitiva, su archienemigo que, para más inri, es de un pueblo vecino, Haro (11.800 habitantes), a apenas 66 kilómetros.
Será la gran fiesta del deporte riojano, pero también un derbi, con lo que ello significa. En Murillo no olvidan que cada vez que se cruzan con el Haro, despiertan del sueño de levantar un título nacional. Un sueño que comenzó cuando un profesor del colegio planteó a las jóvenes del pueblo practicar voleibol. "Preguntas por la calle a las mujeres de Murillo menores de 40 años y todas han jugado alguna vez", explica Elena Esteban, una jugadora muy querida al ser la única murillense de una plantilla en la que sólo hay tres extranjeras (de Brasil).
Con tanta afición, en 2004, Carlos Arratia fundó un equipo juvenil para que aquellas chicas pudieran competir en casa. "Fuimos campeonas de La Rioja. Jugar contra Murillo eran palabras mayores", presume Elena. Al año siguiente ya había un equipo infantil, otro juvenil y uno sénior, que arrancó en Segunda Nacional. En 2011, y tras pasar por cuatro divisiones, ascendió a la Superliga. Hoy ya es una referencia en el voleibol femenino e incluso tiene equipos de cantera en la capital, Logroño.
"Las jugadoras viven en el pueblo, en pisitos que comparten según sus necesidades. Por ejemplo, la brasileña Da Silva lleva ya tres años con nosotros y es una vecina más. Llaman la atención, porque jugadoras jóvenes y altas como estas no pasan inadvertidas en un pueblo donde se conoce todo el mundo, pero son muy queridas porque no sólo las ven jugar, sino que se las encuentran en la panadería, en la carnicería...", cuenta Arratia, que dirige el club desde su fundación.
Recibe una subvención del Gobierno Riojano, que se une a los patrocinios de Nuchar (marca de alimentación de la compañía Foncasal) y Tramek (empresa de suministros industriales). Los Talleres CEA del propio Arratia aportan lo que falta para cubrir un presupuesto que ronda los 250.000 euros anuales.
Lograr el título es prioritario, como explica Elena: "Las de fuera nos preguntan '¿Qué pasa con Haro?' Yo les explico que la rivalidad Murillo-Haro viene de lejos. Desde categorías inferiores hemos luchado contra ellas por los campeonatos. Ahora tenemos la oportunidad de ganar la Superliga y debemos dar todo por conseguirlo".