Vistalegre apunta al lleno, tras vender ya 9.000 entradas

"Ese día estaré allí", señalaban en la promoción del partido Aginagalde, Balic y Hombrados y por lo que parece los jugadores rojiblancos no estarán solos el próximo sábado en Vistalegre, tras las 9.000 entradas que el Atlético de Madrid ha vendido ya para el encuentro de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones con el Barcelona Intersport.

Una cifra que iguala ya los 9.000 espectadores que acudieron el pasado mes de septiembre a la final de la Supercopa de España, que enfrentó a rojiblancos y azulgranas en el recinto madrileño, y en la que se impuso el Barcelona por 31-34, tras una extraordinaria actuación del lateral bielorruso Siarhei Rutenka, que firmó once tantos.

No obstante, el club madrileño aún confía "en el tirón final" para superar esta cifra y acercarse a los 12.743 espectadores, que acudieron en diciembre de 2012 a Vistalegre para el encuentro liguero entre el Atlético y el Barcelona, y que constituye la mejor entrada en la historia de la competición nacional. Un récord que sólo pudo ser superado el pasado 27 de enero, cuando la selección española se alzó en Barcelona con su segundo título mundial, tras imponerse por 35-19 a Dinamarca en un palau Sant Jordi abarrotado por 14.000 espectadores.

Y es que pese a la supremacía del conjunto azulgrana, que se ha impuesto en tres de sus últimas cuatro visitas a Vistalegre, el gran "clásico" del balonmano español ha concitado el interés de los aficionados, como demuestran los 10.284 espectadores que acudieron el pasado 9 de diciembre al duelo liguero entre ambos clubes.

Casi mil setecientos espectadores -1.679- menos de los que acudieron el 4 de septiembre de 2011, en el retorno del Atlético de Madrid a las pistas de balonmano, a la final de la Supercopa de España, en la que los rojiblancos lograron su único triunfo (33-26) como local en las dos últimas campañas sobre los de Xavi Pascual. Cifras que el club madrileño confía en poder volver a repetir el próximo sábado, gracias a una agresiva política de precios, que hace soñar al Atlético con la posibilidad de establecer otra nueva plusmarca de asistencia de espectadores.