MONTAÑISMO
Rosa Fernández, hacia el Tibet en busca de su séptimo ochomil
Su objetivo es subir el Shisha Pangma (8.027 metros), al finalizar el día 13 la prohibición que había impuesto el gobierno chino.
La montañera asturiana Rosa Fernández salió (hoy) de Barajas rumbo a Katmandú dispuesta a luchar contra el Shisha Pangma, en El Tíbet, al anunciar el Gobierno chino que el día 13 se abrirá la ruta que estaba totalmente cerrada para turistas y montañeros. Los médicos que tratan a Rosa de su cáncer de pecho han autorizado esta nueva aventura de la asturiana, que físicamente se encuentra muy bien, pero que tendrá que luchar contra la crisis de sus patrocinadores y subir sin sherpa.
Rosa Fernández viene de superar los grandes peligros de Annapurna, que a base de avalanchas la devolvió el año pasado para España sin que pudiera lograr su objetivo, como le sucedió a su amigo y compañero, el veterano Carlos Soria.
El Shisha estaba en los planes de Rosa, que la conoce, puesto que llegó a la primera cumbre en 1999, pero necesita ascender hasta la segunda, que es la que se contabiliza oficialmente como cumbre de más de ocho mil metros, ya que tiene exactamente 8.027 y es conocida como Gosaithan, que hindi significa “el trono de los dioses”.
Física y anímicamente Rosa Fernández asegura que está bien preparada y que ha superado “mejor que nunca” las pruebas y análisis que le realizó el doctor Nico Terrados. No sabe como se encontrará el Shisha, ya que durante los últimos años la ascensión estaba prohibida.
Como no ha conseguido el patrocinio que necesitaba, irá sola y se va a guiar por la expedición del conocido sherpa Dawa, que pretende cerrar sus catorce ocho miles con esta cumbre. Sólo su ímpetu y su fortaleza le llevan nuevamente hasta El Tibet. Tendrá problemas económicos ya que debe comprar parte del material que perdió en el Annapurna. Será la primera vez que suba sin sherpa, aunque tiene a su favor que ya conoce la primera parte del Shisha y los problemas que le puede crear.
Si todo va bien, pretende llegar a la cumbre los primeros días del mes de mayo y de esa forma retomar su gran objetivo, el de llegar algún día a los catorce ocho miles. Por encima de todo, Rosa Fernández quiere ser un ejemplo para las mujeres y demostrar que pese a padecer un cáncer puede conquistar las cumbres más famosas del planeta.