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CHAMPIONS LEAGUE

El Atlético pasa en Berlín en el retorno de Hombrados

Lazarov consiguió el 26-27 ante el Füchse, que levantaba el empate a 29 de Vistalegre y mete a los rojiblancos en los cuartos de final de la máxima competición europea.

Los jugadores rojiblancos felicitan a su portero Hombrados, el capitán que se lesionó de gravedad ante el Veszprem en octubre, y que ayer reaperció con éxito.
EFE

El Atlético de Madrid sacó el genio, el orgullo, las ganas, la intensidad, el amor propio, y en un final de infarto tumbó al Füchse de Berlín, en su propia cancha, donde parecía imposible, por 26-27. Por un gol, el necesario para desequilibrar el empate a 29 de Vistalegre y salvar una eliminatoria que se antojaba cuesta arriba.

Con sufrimiento, como manda la tradición de los grandes partidos y la propia historia rojiblanca, con la reaparición de Hombrados (jugó 40 minutos, los últimos) y que tuvo una aportación crucial sacando cuatro balones en momentos culminantes; con la aportación de un hipermotivado Balic genial en su rol de crear juego; con Kallman extraordinario… Todo el Atlético como un bloque, cada uno aportando su talento, y sin hacer más allá de lo que saben. Por eso ganó el equipo madrileño, porque era una piña en su partido más importante de la temporada: ganar, y pasar a cuartos, con una inyección de moral extraordinaria para lo que resta de temporada.

Además, se vio desde el inicio que el Atlético de Madrid no llegó a Berlín a cumplir el expediente. Se metió en el partido, con una defensa seria en 5-1 con Kallman de avanzado, para tomar ventajas que llegaron a ser de cinco goles. Luego, el Füchse Berlín aumentó la agresividad defensiva, repartió estopa y al descanso todo estaba en el aire (13-14) pero en doble inferioridad para empezar la segunda parte.

Con el encuentro en la parte caliente, el Füchse tomaba ventaja de tres goles, encarrilaba el partido y la eliminatoria (19-16). Otro equipo se hubiese rendido, pero este Atlético tiene una historia de pelea en Alemania, al menos siempre que Dujsebaev está en la pista, en juego o en el banquillo. Y llegó la reacción casi automática, para empatar a 19, y luego mantenerse en esa igualdad de gol arroba o gol abajo. Balic metió su quinta marcha, y aunque Talant sólo le utilizaba en defensa para dar velocidad al contragolpe, el croata cumplió: gol fulminante en el saque de centro, robo de balón en su extremo para que García Parrondo marcase a la velocidad del rayo… y 26-26 y balón rojiblanco a un minuto del límite.

Talant se jugó su última posesión con portero jugador (Markussen) y dos pivotes (Aguinagalde y Romero), y marcó “la jugada final contra el Barça, pero esta vez metemos gol”. Dicho y hecho. El balón llegó a Lazarov y desde nueve metros, trallazo a la escuadra. El Füchse tuvo 15 segundos para empatar y clasificarse, y también con portero jugador, pero su último tiro se estrelló en el 6-0 rojiblanco, y este rechace, uno de los pocos que fue colchonero, lo atrapó Markussen para que Parrondo agotase el tiempo y se clasificase el Atlético con la magia del sufrimiento, como no podía ser de otra manera.