Reale Ademar no pudo repetir la proeza de hace un año cuando apeó al Veszprem húngaro de los cuartos de final de la Liga de Campeone s y cedió en tierras magiares por un marcador (33-25) demasiado doloroso para lo que fue el encuentro, despidiéndose con honor de la máxima competición continental donde ha rendido muy por encima de lo esperado. Hasta el descanso aguantaron los leoneses (15-14) en una nueva lección de orgullo, pero acabaron pagando el desgaste de un plantel con tan solo tres cambios de mínimas garantías, cuando además estaban obligados a remontar los tres goles de renta que había logrado su rival en el primer encuentro. El 0-1 de Ruesga hacía presagiar batalla por parte de los leoneses que, pese a sus múltiples problemas deportivos y económicos, volvían a evidenciar su enorme carácter para sobreponerse a las adversidades y plantar cara a uno de los grandes equipos de Europa. Como ejemplo de la enorme diferencia de potencial entre ambos clubes, tan solo un detalle, la estrella húngara Laslo Nagy, fichado a golpe de talonario el verano pasado del todopoderoso FC Barcelona cobra por temporada 750.000 euros, casi el presupuesto total del conjunto leonés. Aun así, la plantilla de Manolo Cadenas, con más de tres meses sin cobrar y escasas perspectivas de hacerlo antes de finalizar la temporada, nunca le perdió la cara al encuentro en la primera mitad. Ni tan siquiera cuando varios errores consecutivos se traducían en la máxima renta local (8-3, minuto 11), sacando provecho el Veszprem del poderío de su pivote Sulic con varias penas máximas traducidas por Gabor Csaszar. Carlos Ruesga volvía a demostrar su enorme potencial de lanzamiento siendo el sostén ademarista, junto con Malumbres en portería, pero también con la mejor versión en la dirección y finalización del internacional júnior, el central leonés Juan Castro . Si un parcial de 0-4 había propiciado llegar con el partido abierto al descanso (15-14), la salida húngara despejó cualquier atisbo de remontada épica y obligaba a Cadenas a tener que solicitar un tiempo muerto sin cumplirse siquiera los tres primeros minutos de la reanudación. La defensa magiar se ajustó mejor sobre Ruesga -tan solo dos goles en la segunda mitad- y sólo Vranjes encontraba espacio en el pivote ante un equipo local lanzado, donde el iraní Jamali volvía a hacer daño con sus lanzamientos, aunque el gran protagonista sería el internacional español Cristian Ugalde infalible a la contra . Con todo decidido, el encuentro y la eliminatoria, Ademar tan solo intentó evitar sustos en forma de lesión pensando en lo que se le presenta por delante en la temporada, lo más inmediato el próximo miércoles cuando visitará la cancha del Puerto Sagunto en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, donde el equipo que se lleve la victoria -tras el empate en León- logrará la clasificación.