ATLETISMO
Fallece a los 60 años el atleta italiano Pietro Mennea
Mennea era todo un mito del deporte italiano y mundial, medallista y récord del mundo italiano, murió ayer en Roma a los 60 años tras una larga enfermedad.
El italiano Pietro Mennea, explusmarquista mundial de 200 metros y todavía récordman europeo (19.72), falleció ayer por la mañana a los 60 años, en un hospital de Roma y tras una larga enfermedad incurable. El velocista de Barletta (nació allí el 28 de junio de 1952) ha sido uno de los mejores sprinters blancos de la historia del atletismo y todavía hoy sigue siendo el mejor atleta de esta raza en el doble hectómetro, además de plusmarquista europeo.
Ayer por la tarde se le rindió homenaje con un minuto de silencio, en Ginebra, durante el partido amistoso que enfrentó a Italia (con brazaletes negros) y Brasil. A partir de las nueve de hoy, su cuerpo será expuesto en la sede del Comité Olímpico Italiano (CONI). El funeral tendrá lugar mañana, a las diez de la mañana, en la Basílica de Santa Sabina, en el Aventino.
Pietro Mennea batió el récord mundial de 200 metros el 12 de septiembre de 1979, en México DF, en la final de la Universiada. Con 19.72 relegaba a la historia los 19.83 que el estadounidense Tommie Smith había logrado en los Juegos Olímpicos de 1968, disputados también en la capital azteca. “Sólo deseo que mi plusmarca dure tanto como la de Tommie”, dijo Mennea después de su proeza. La de Smith duró casi once años y la de Pietro aguantó más, casi 17, hasta que el también norteamericano Michael Johnson se la arrebató con 19.66 el 23 de junio de 1996, en Atlanta, durante los Trials olímpicos.
Mennea fue campeón olímpico en los Juegos de Moscú 1980, en dura competencia con el británico Allan Wells, que dominó casi hasta el final, pero que terminó sucumbiendo a la mayor resistencia a la velocidad del italiano. En la capital soviética ganó también el bronce en el relevo 4x400 metros. En su primera comparecencia olímpica (Múnich 1972), obtuvo, con sólo 20 años, la medalla de bronce, por detrás del ucraniano (entonces soviético) Valeriy Borzov y del estadounidense Larry Black. Cuatro años después, en Montreal, terminó cuarto, batido por el jamaicano Donald Quarrie y los norteamericanos Millard Hampton y Dwayne Evans. En los Juegos de Los Ángeles 1984, con 32 años, todavía fue capaz de clasificarse séptimo, en una carrera en la que venció Carl Lewis.
En los Campeonatos Mundiales, ganó la medalla de bronce en los 200 metros de Helsinki 1983 y la plata en 4x100. En los Europeos fue bronce en 4x100 metros en Helsinki 1971; plata en Roma 1974 en 100 y el relevo y oro en 200, y en Praga 1978 ganó el título en ambas distancias.
En el hectómetro estuvo a punto de convertirse en el primer atleta blanco en bajar de los diez segundos, pero se quedó en 10.01 en las pruebas que precedieron en México a la Universiada de 1979. En 200, sus 19.72 siguen siendo el mejor registro para un atleta blanco (por delante del francés Christophe Lemaitre, 19.80 en 2011) y continúa en lo más alto de las listas europeas de todos los tiempos. Además, esos míticos 19.72 le colocan aún como el noveno mejor atleta en el ranking de todos los tiempos.