SINCRONIZADA
El nuevo dúo Carbonell-Crespí ganan su primera medalla
Lo lograron en el dúo técnico de la III Make Up for Ever en Montreuil (Francia). "Entrenamos como nunca para seguir con los éxitos", asegura la pareja.
La fotografía que ha recorrido la natación española es la de unas sonrientes Marga Crespí y Ona Carbonell mostrando una medalla de plata, la que obtuvieron en el dúo técnico en la primera jornada del III Make Up for Ever en Montreuil (Francia). Era la vuelta a la competición del equipo de Esther Juamà y el estreno del nuevo dúo después de la retirada de Andrea Fuentes.
Marga (Palma, 1990) inicia una carrera contrarreloj para aprender las coreografías, a sólo cuatro meses para el Mundial de Barcelona. “Era mejor que repitiéramos las mismas rutinas que en Londres porque Ona ya las conoce y así podemos compenetrarnos mejor. El dúo es un trabajo muy duro, de pasar muchas horas juntas para tener la mejor sincronización. Pero estoy muy ilusionada y asumo la responsabilidad”, asegura Marga, una profesional intachable para Jaumà: “Es constante en los entrenamientos. Era la mejor candidata para el dúo”.
Lejos de la polémica salida de Anna Tarrés del equipo, y los posteriores cruces de declaraciones, Ona Carbonell deja patente su madera de líder. “La presión se la pone uno mismo, soy muy exigente y llevaba ya algunos años nadando el dúo con Andrea y asumiendo la responsabilidad”. Ona observó, en 2003, el Mundial de Barcelona desde las gradas de las piscinas Picornell. Ahora, será la protagonista en el Palau Sant Jordi —donde se ubicará la piscina— y se verá obligada a saltar al agua en 14 ocasiones. “Estoy preparándome. Es un reto y quiero hacerlo muy bien porque estoy en casa”.
Ona tiene muchas madrinas. Al margen de recibir un cursillo acelerado de la exdiva francesa Virginie Dedieu, Gemma Mengual se encarga de sacar lo mejor de la joven nadadora. “Ona tiene personalidad propia. No se puede comparar ni a Gemma ni a Andrea. Es muy explosiva”, asegura Jaumà. “Creo que se va a salir en el Mundial”, comenta Marga.
Todas ellas se preparan en el CAR con sesiones de hasta ocho horas, incluidos los sábados. El ritmo es parecido al de antes, pero otra metodología. “Entrenamos como nunca para seguir con los éxitos y mantenernos en el podio. Nos saldrá un buen Mundial. Ahora trabajamos de una manera distinta”, coincide el dúo, el futuro de la nuevo sincro española.