BOXEO
Xavi Urpí fue un tsunami y acabó con Pozo en un round
Se proclamó campeón de la UE del mosca. Nieto (superligero), Encarnación (superpluma) y Crespo (medio) revalidaron sus Nacionales.
Xavi Urpí hizo honor a su apodo de ‘Tsunami’ y sólo le hizo falta medio asalto para ceñirse el título de Campeón de la UE del mosca en Vistalegre (Madrid), ante unas 2.000 persona que no vibraron demasiado en el nuevo escenario. Una combinación dio con Iván Pozo en la lona nada más comenzar. El gallego se levantó pero el juez paró el combate (KOT). Nada bueno podía suceder. Hubo poco tiempo para medir el futuro del catalán, que queda con un récord de 11-1-1, pero lo que sí quedó claro es que el de Vigo, que llegó a hacer un Mundial, no está ya para empresas mayores. En sus últimos seis combates, cuatro derrotas. Tras 43 peleas (33-9-1), 33 años y cuatro veces campeón europeo, ¿hora de parar? Al menos de reflexionar.
En el Nacional del superligero, el campeón Rubén Nieto no tuvo rival en Jesús García Simón, con muchos kilómetros y poco brillo. Ya en el primer asalto, un upper de derecha de ‘Salsero’ dio en la lona con el gallego. En el tercero, tiró la toalla para no recibir más castigo. Ahora, Nieto hará el 19 de abril en Bélgica el título de la UE frente al local Jean Pierre Bauwens.
Una versión mejorada de Luis Crespo le sirvió para retener el Nacional del medio por decisión unánime (96-94, 97-96 y 96-94) frente a José Yebes. A Crespo le falta un golpe definitivo, pero fue más combinativo que el aspirante. Salió bien de las cuerdas en momentos de peligro (lo pasó mal en el segundo) y supo valerse de su mayor envergadura.
Rudy Encarnación revalidó el campeonato de España del superpluma frente a Antonio Rodríguez ‘Chiky’ por decisión unánime. El madrileño hizo un buen trabajo y las puntuaciones parecieron demasiados abultadas: 98-93, 99-92 y 98-93. Los 51 combates previos de Encarnación (mucha movilidad y más certero) frente a los 14 de Chiky, más cerradito y a la contra, marcaron la diferencia.
En combate sin título, los ganchos con la zurda de Rubén Varón entraron sin descanso en la guardia de David Pulido. Sin tregua. En una labor de demolición. En el cuarto asalto, la esquina del canario tiró la toalla.