"En otros países ya hemos acabado con nuestros símbolos"

No sólo el dopaje ha lapidado la imagen de España en el exterior. El tratamiento del doping ha dañado tanto o más la perspectiva que tienen Italia, Francia, Inglaterra y Alemania, entre otros países. Esa es la tesis que han mantenido los ponentes del Foro 2014 que el diario AS ha organizado en la Federación Española de Baloncesto para hablar sobre la imagen de España más allá de sus fronteras tras la Operación Puerto.

“La imagen de España es pésima en Francia”. Así empezó su alocución Frédéric Hermel, del periódico deportivo L’Équipe y colaborador habitual de nuestro diario. El periodista francés considera que en su país España está tan denostada porque los galos se han esforzado en pelear contra el dopaje aunque sus grandes figuras se hayan vistos salpicadas, y consideran que desde España no han dado ese paso. “En el año 98 empieza la lucha contra el dopaje (…) La ministra de Deporte decide que hace falta una ley para que los deportistas que se dopen sean castigados penalmente”. El ciclismo, uno de los deportes más importantes en Francia, fue uno de los afectados. “El Tour es patrimonio nacional como la Torre Eiffel o los Campos Elíseos”, cuenta. Es por eso que, una vez que los franceses expiaron sus pecados, esperaron que los demás también lo hicieran. “España tiene un gran retraso en cuanto a tomar conciencia de este asunto”, dijo Hermel.

Sebastián Fest es argentino, pero trabaja en la agencia alemana DPA. “Da la impresión de que los españoles no acaban de creerse su propio éxito y también se creen que fuera no se les reconoce. Piensan que se les está atacando y por eso defienden a gente que es indefendible. Si la autoestima no fuera tan baja, la reacción sobre el doping sería diferente”. En pocas palabras, Fest dice que desde fuera no solo se cree que los españoles recurren a medios ilícitos para destacar en el deporte, sino “que les parece bien hacerlo”. Esa idea parte, entre otras cosas, de que hasta el Presidente del Gobierno en ese momento, José Luis Rodríguez Zapatero, se inmiscuyó en el caso Contador para pedir que no se sancionara al ciclista cuando se destapó el caso de la carne contaminada de Irún y el positivo por clembuterol. El francés Hermel coincidió con él: "Era una ocasión única para que España diera un paso adelante y dijera hasta aquí hemos llegado. No se hizo". Por otra parte, Fest apunta que “cada caso de dopaje se fundamenta con una conspiración, envidia de los franceses, creen que se les está atacando y el doping se defiende”.

Dermot Corrigan, irlandés de la cadena ESPN, habló sobre la Operación Puerto, aunque se mostró decepcionado. “Todo el mundo pensaba que iba a salir muchos nombres, sobre todo del fútbol. Salió el código de la Real Sociedad y en Inglaterra entonces todo el mundo pensó que iba a caer todo el caso”, dijo, pero lo que ocurrió fue que tanto el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, como el seleccionador, Vicente del Bosque, prefirieron tratarlo como anécdota. José Luis Astiazarán, de la Liga de Fútbol Profesonal, ni siquiera habló del tema. “Esto fuera de España es difícil de entender. (…) Lo normal es que haya una investigación, no que se mire hacia otro lado”, dijo Corrigan. Los test antidopaje en el fútbol son decepcionates. O eso cree el galo Hermel. "Son un chiste en cualquier sitio porque son de orina y no de sangre. El laxismo viene de la FIFA, no de los países".

A Filippo Ricci, de la Gazzetta dello Sport, le sorprende el estatus que ha alcanzado Eufemiano Fuentes, el médico alrededor del cual se desarrolla toda la trama de dopaje de la Operación Puerto. Y lanza un aviso: “Si Eufemiano empieza a soltar nombres no se sabe si son de verdad o no o si está encubriendo a alguien. Tiene demasiado poder”. Por otra parte, lanza otra advertencia: que el dopaje es peligroso. Como italiano, lo sabe bien con el caso de Pantani. “Nos ha abierto los ojos”, dice. Y concluye afirmando que lo negativo es que España se ha quedado muy atrás en el tema de dopaje: “Aquí solo habló Manzano, y fue el primero. Han pasado diez años y solo él”.