El Atlético paga su victoria en Vigo con dos lesionados más

El Atlético de Madrid ganó en Vigo a un Octavio mal clasificado, lo que entraba dentro de la lógica deportiva porque la diferencia de talento, pese a las muchas bajas colchoneras (Kallman, Roberto García, Markussen, Barachet, Jurkiewicz y Sabanovic), es mucha entre ambos equipos a día de hoy. Y los seis goles de renta para los de Talant Dujsebaev también es la habitual, porque los rojiblancos de esta temporada no avasallan, ni parecen tener interés en ello (Cañellas prefirió regalar el último penalti a tirarlo con el reloj a cero). Es decir, el Atlético gana pero siempre con unas diferencias que parecen mantener el interés por el choque (32-38)..

Salvo unos minutos de la primera parte, en la que el veterano Fran González hacía estragos y el Octavio lograba una renta de tres goles (12-9), siempre mando el Atlético, que se quitó todos los miedos con un parcial de 3-11 para irse al descanso con ventaja.

Hasta ahí, todo en orden. Sion mayores altibajos. Lo que no es tan normal, sin embargo, es que el Atlético aumente su enfermería cada jornada, y perdió al joven Miguel Sánchez (excelente el tiempo que jugó), y al extremo Masachs, con lo cual sólo le queda un zurdo sano (Lazarov) de los cuatro que tiene en la plantilla. ¡Y gracias! Porque Julen Aguinagalde también dio el susto al sentarse cojeando, pero regreso a la pista para alivio de Talant Dujsebaev.

Hubiese sido un partido de jóvenes, porque Miguel Sánchez se mantuvo espléndido en defensa, contragolpeó y siempre fue un peligro mientras estuvo en la pista, igual que el portero Antonio Garcìa, que mejoró la pobre prestación de ayer de Magnus Dahl. Y por el Octavio, igual: Cacheda, uno de esos centrales del futuro, y Pill Kallman, el hermano del jugador rojiblanco que juega de lateral izquierdo, y que en la segunda parte tomó el relevo de su compañero, el veterano Fran González, para sumar entre ambos 13 goles y ser desde los nueve metros la pesadilla de la defensa visitante..