Europeo de Gotemburgo
El 'León de la Blume' se reinventa para los 3.000
A los 34 años, Juan Carlos Higuero vuelve a su mejor nivel. Se muestra encantado "Es el lugar ideal para estar en la élite. Te conviertes en un auténtico reloj"
Residencia Blume, año 1998. Unos jugadores de hockey compartían mesa con un atleta novato de Aranda de Duero que ganaba muchas carreras. Le decían con cariño: "Eres un león". Ese chico llamado Juan Carlos Higuero se ganó el apodo de El León de la Blume, se convirtió en uno de los mejores milleros del mundo y 15 años después sigue en la Blume y luchando por medallas.
El próximo sábado, en los Europeos de Gotemburgo, Higuero, de 34 años, asaltará un nuevo podio en una distancia no habitual para él: los 3.000. "Es un reto personal y por mis características ahora es mi prueba. Como voy bien de fondo, aguanto y mi entrenador (Antonio Serrano) cree que por mi buen final tengo posibilidades", comenta el León, hombre de Europeos indoor, donde ganó un oro (Birmingham 2007) y dos platas (Viena 2002 y Madrid 2005). "Me adapto bien a la pista cubierta y a esta competición. Voy sexto en el ránking. Es difícil. Tendría que ganar a unos cuantos".
Higuero lleva "media vida" en la Blume "porque es el lugar ideal para hacer atletismo de élite". "Echo de menos Aranda. Pero aquí lo tienes todo cerca y ordenas tu vida: comidas, entrenamientos... Te conviertes en un reloj", dice Juan Carlos, el más veterano del lugar, que confiesa: "Soy un poco desordenado, pero voy mejorando". Serrano cuenta la trascendencia de la Blume para su pupilo: "Llegó con 18 y era el menor de cuatro hermanos. Para él es muy importante estar aquí. No gasta tiempo en otras cosas y en periodo precompetitivo está muy centrado. Hay gente que no la puede necesitar, pero Juan Carlos sí. Además es un gran ejemplo para la gente joven".
A sus 34 años, Higuero ha sumado 11 oros nacionales, ha vivido tres Juegos y ha cosechado seis medallas internacionales. También pasó por el calvario de una osteopatía de pubis que le llevó a quirófano en 2010. Y hubo más lesiones.
Resurgir. Higuero explica que su 'desaparición' de la élite vino por aquello, no por sus años. "Lo de la edad es un estándar que usa la gente. Me he cuidado. Si entrenas, tienes ambición y si a eso le añades la experiencia puedes estar arriba. Además, mi novia, mi familia y mi gente son la motivación extra...". A ellos les dedicó su triunfo en el Nacional de Sabadell. Terminó la última vuelta en 26 segundos, un rush final como los de antaño, que si repite en Suecia, puede valer otra medalla al León de la Blume.