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VI NACIONES | INGLATERRA 23 - FRANCIA 13

Francia no supo cómo vencer a una Inglaterra lanzada

Inglaterra ganó (23-13) a Francia en un auténtico partidazo y está ya muy cerca del título del Seis Naciones y también de llevarse el ''Grand Slam".

Actualizado a
EN NOMBRE DE LA ROSA. Tuilagi conduce al melón.
EN NOMBRE DE LA ROSA. Tuilagi conduce al melón.ADRIAN DENNISAFP

No es la primera vez, ni parece que será la última, en que Francia no sabe ganar un partido contra Inglaterra. Llegó a Twickeham con dos derrotas, como único equipo con opciones de obtener la Cuchara de Madera. Pero nadie piensa que eso puede ocurrir, ni siquiera ahora que sólo le quedan dos encuentros y seguro que no sucederá. Porque Francia bien pudo ganar a Inglaterra, como puede ganar a cualquiera. Otra cosa es que quiera, pueda o sepa.

Querer y poder, quieren y pueden de sobra. Saber, parece que no encuentran la forma. Su principal obstáculo no es su juego, ni sus rivales. Su principal problema son sus entrenadores. Desde Bernard Laporte, pasando por Lievremont, hasta llegar a Saint-André. Apuestan por unos jugadores que no valen a otros. Y buscan y siguen buscando un pateador que las meta todas. Probaron hace años con Michalak, y no les valía. Traille, Yachvili, Elissalde, todos ellos buenos, pero sin continuidad. Hoy le tocaba a Parra, que con 9-10 a favor, falló dos patadas que, si un equipo quiere ganar, debe meter. Y Parra las falló.

Francia dominó a Inglaterra en la delantera, hizo el mejor rugby, pero también cayó en el error de hacer muchos golpes de castigo. Y desde siempre, Inglaterra, antes con Wilkinson, y ahora con Farrell, eso es lo que sabe hacer: meterla entre los tres palos. Dentro, tres puntos y sigue teniendo tú el balón y sigue fallando.

Francia cae año tras año en lo mismo, a no ser de que pase algo excepcional, con jugadores magníficos que sean capaces de brillar por encima de la personalidad de sus entrenadores, pero, en esta hornada, no son tan buenos como los Betsen, Magne, Galthié, Dominici, Yachvili, y tantos otros, que de por sí sabían que podían ganar a cualquiera. Inglaterra se limitó a aprovechar los fallos de los franceses para marcar patadas o ensayos como el de Tuilagi, precedido de un error. Si quiere el Grand Slam en Cardiff, deberá proponer más rugby, aunque no parece que vaya a ocurrir.