"Eufemiano Fuentes me cambió la sangre en las carreras"

Tyler Hamilton declarará hoy en calidad de testigo mediante videoconferencia, prevista para las 14:00 horas, desde la Embajada española en Wa­shington. La juez, Julia Patricia Santamaría, aceptó la petición de la AMA de incluir su testimonio tras valorar la confesión del exciclista a la USADA en el Caso Armstrong: dijo que Eufemiano Fuentes le trató con transfusiones y otras prácticas desde sus años en el CSC (a partir de 2002). Su aportación será, junto a las de Jorg Jaksche y Jesús Manzano, de las más críticas con los acusados.

Hamilton ha explicado con precisión, tanto en su libro (La carrera secreta) como en varias comparecencias públicas, su relación con Eufemiano: "Riis no me dopó, pero me lo presentó. Les vi reunirse una vez. Me encontraba en la habitación de un hotel con Eufemiano, que vino a hacerme una transfusión después de la Vuelta al País Vasco. Los dos se conocían. Biarne nos saludó y sabía lo que estábamos haciendo. Lo vi con mis propios ojos". En su autobiografía, también desmonta la teoría del doctor canario sobre que nunca realizó reinfusiones en las competiciones, al confirmar que Fuentes acudió en persona a varios Tours: "Me cambió la sangre entre 2002 y 2004".

Positivo. El norteamericano fue el primer corredor en dar positivo por transfusión homóloga de sangre (de otra persona), en la Vuelta de 2004 (como su compañero en el Phonak Santi Pérez, poco después de la ronda española). Hamilton detalló así cómo se sentía: "A veces, mi orina era del color de la Coca-Cola debido a estos métodos". Jaksche también confirmó sus temores en el juicio por estas circunstancias: "Me asustaba que se equivocaran con la sangre, como contaban que le sucedió a Hamilton. Tyler me aseguró que orinaba sangre".

Este es el pasaje más gráfico de la relación entre Hamilton y Fuentes: "El día que le conocí, en su coche, sacó una pastilla de la guantera. 'Es un anabolizante ruso', afirmó Eufemiano. '¿Quieres?'. Le dije que no, se lo metió en la boca y se lo comió como un caramelo". El médico tampoco se quedó atrás: "¿El libro de Hamilton? ¿Quién, el doctor Hamilton? Lo siento, no leo libros de deportistas".