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Natación sincronizada

"Los proyectos salen de la ilusión; no de la venganza"

"Puedo estar orgullosa de mi carrera porque he llegado mucho más lejos de lo que nunca pensé", dijo Andrea Fuentes en una multitudinaria rueda de prensa en San Cugat.

MUY QUERIDA. Las compañeras del equipo de sincronizada, ayer, en la despedida de Andrea Fuentes en el CAR de Sant Cugat del Vallès.
Rodolfo Molina

El camino de Andrea Fuentes en la sincronizada finalizó ayer con una despedida irónica, reflexiva y emotiva, propia del estilo de la española con más medallas olímpicas junto con Arantxa Sánchez Vicario (cuatro). A cinco meses del Mundial de Barcelona, la tarraconense, arropada por su familia y por más de un centenar de amigos y compañeros en el CAR, anunció que lo deja porque mi mente "no quiere más. Ya son muchos días que me pregunto, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Y la respuesta es no". Fuentes repasó su trayectoria con algunas lágrimas: empezó a nadar gracias a Anna Tarrés (1992), luego ingresó en el equipo nacional (1999) y comenzó una escalada hasta el podio olímpico en 2008, con un equipo que fue "el Dream Team". "De repente, me vi nadando con mi ídolo (Mengual)", dijo, antes de que otra persona le marcara sus últimos años de carrera y los Juegos de Londres: Ona Carbonell, quien coge el testigo. "Llega el momento de que crezcáis solas", le dijo al equipo.

Lágrimas.  Andrea, socióloga y naturista por convicción, proclamó su lema ("si quieres, puedes") y llegó a asegurar que "antepuse ganar a mi salud, era una obsesión". Su adiós dio lugar a la lágrima y a la sonrisa, hasta que llegó el alegato final sobre la esencia del deporte que "ya no veo en la natación".

"Hay peleas, odios y rencores. Yo también los he vivido y no estoy orgullosa. La pregunta es por qué estoy desmotivada, porque estaba en una mala dinámica. ¿Por qué nos dedicamos a destruir en vez de a construir? ¿Acaso nos gratifica? ¿Nos sentimos mejor?", se arrancó: "Qué necesidad tenemos de politizar tanto el deporte. Los proyectos tienen que salir de la ilusión y no de la venganza".

En clara referencia a Fernando Carpena, presidente de la RFEN, y a Tarrés, declaró que "Si queréis, podéis". Y comparó la situación con las dos familias de Romeo y Julieta: "Los Montesco y los Capuleto". "La polémica con Tarrés me ha desmotivado", añadió.

"Hoy es mi día", reiteró. Tras el acto, Andrea vio un vídeo de sus mejores momentos con la canción "Que tinguem sort" (Que tengamos suerte) de Lluis Llach. Emocionante.