"El triunfo es de todo el balonmano español"

Debe ser usted un hombre feliz.

Tremendamente feliz.

¿Vale la pena el esfuerzo?

Tengo que reflexionar sobre lo que hemos conseguido, porque hoy (por ayer) me ha tocado estar muchas horas haciendo palcos, que es una cosa que yo no sé hacer. Pero en realidad yo estaba feliz antes de la final. Habíamos llegado a ella, se había hecho un gran esfuerzo en las sedes, y había salido todo meridianamente bien, incluso por encima de lo que se esperaba en algunos casos.

¿Y el oro?

Ha sido la gran guinda, el colofón. Es evidente que el resultado deportivo lo amplía todo, Y que, además, hace justicia.

¿Cómo lo ha vivido?

Con mucha intensidad, con nervios y con emoción aunque se ha decantado muy pronto la final. Me alegro por el esfuerzo que han hecho los chicos, el cuerpo técnico, todos. España ha estado unida en este esfuerzo por el balonmano.

Dice Alejandro Blanco que han rayado en la excelencia.

Me alegro de que tenga esa opinión, aunque cada uno tiene la suya. Nos hemos volcado en el Mundial para que fuese un éxito organizativo, y no fallar en lo deportivo. Déjeme que piense en los próximos días en la magnitud de este éxito.

Sale usted por la puerta grande como dirigente.

Yo ya estoy amortizado (risas). Yo no tengo nada que ver con el triunfo deportivo. Ya se verá cómo queda esto, pero de ninguna manera estoy pensando en que dejo la presidencia como campeón del mundo. Eso es para los jugadores, no para los directivos.

¿Me permite que le dé la enhorabuena?

Este triunfo es de todo el balonmano español, del primero al último de los aficionados. De todos.