ESPAÑA 28 - ALEMANIA 24
España tumba a Alemania y jugará las semis ante Eslovenia
El conjunto español, en el que destacaron Aginagalde y Víctor Tomás, máximos goleadores del partido con siete tantos cada uno, remontó en la segunda parte.
Cinco años después, Alberto Entrerríos se saca la espina de aquel atraco que sufrió en el Mundial de Alemania con España. En un choque para hombres porque la calidad física de los germanos está fuera de toda duda y ellos plantearon un encuentro muy físico, el asturiano, en su recta final como jugador de la Selección española, se encargó de llevar el juego creativo y goleador de los nuestros para derribar a la que hasta ahora había sido la revelación del torneo, y así los de Valero Rivera pasan las semifinales para enfrentarse el viernes en su semifinal a Eslovenia en el Sant Jordi.
Y eso que a los 12 minutos Alberto ya tenía dos exclusiones. Y eso que él mismo avisaba a Valero, que tiraba de él. Y eso que Entrerríos se llevó golpes hasta en la planta de los pies. Pues bien, él fue el mejor en el uno contra uno, en buscar a Julen Aguinagalde en una combinación perfecta del lateral y del pivote para abrirle juego al extremo a Rivera, para templar cuando hacía falta. Incluso cuando le dieron el premio a mejor jugador del partido arrastró con él a Sierra para homenajear al portero, que ayer salió por Sterbik (5-7) y fue otro de los héroes de un partido complicado.
Alemania ya no es un equipo simplemente fuerte. Corre. Vuela. Sus extremos son espoletas, y su centro de la defensa, un bloque de granito. Y, además, juega. Por eso, porque recuperaba balones y eran goles, al descanso mandaban los teutones ante una España espesa en ataque, demasiado perdida, sin un patrón de juego.
Lo que ocurrió en la segunda mitad fue que con 5-1 de entrada se acabó la diferencia, se apretó el partido y con magisterio de Alberto, la seguridad de Aguinagalde y las aportaciones de los extremos, se pasó a una España dominadora tras sufrir cincuenta minutos al pivote Theuerkauk, que durante mucho tiempo había sido imposible para el 5-1 español.
Cuando se le controló, y con una pizca de suerte en balones errados que parecían fáciles, España tomó ventaja antes del minuto 25, y con el Príncipe Felipe entregado, ya no hubo opción para los alemanes. La Selección vibraba con cada acción, y con ella, 10.500 personas; en un clima de tanta pasión era imposible que España no ganase. Hoy, a Barcelona: el éxito de las semifinales, conseguido. Y ahora queda el premio de la medalla para Entrerríos en su retirada como internacional